La Casa de los Famosos México ya tiene a sus cinco finalistas, y Alexis Ayala se convirtió en el sexto eliminado rumbo a la gran final del próximo domingo 5 de octubre. El actor, conocido por sus papeles como villano de telenovelas, abandonó el reality tras semanas de emociones intensas, alianzas, enfrentamientos y reflexiones personales.
Minutos después de salir de la casa, Ayala rompió el silencio sobre lo que significó su participación en el programa, y no dudó en compartir que se trató de algo mucho más profundo de lo que imaginaba: “Lo primero que me deja es amor, amor propio, lo que siempre digo, mientras tengas vida todos merecemos una segunda, tercera, cuarta oportunidad. La casa me devolvió todo eso, me dejó encendido, me dejó a la manada, gente a la que amo entrañablemente y la amo de verdad”.
Ayala reconoció que la dinámica del encierro lo puso a prueba tanto física como emocionalmente. El reto no fue solo la competencia, sino también sobrevivir a sí mismo y a sus compañeros.

Ayala vs Guana: “Lo hice totalmente consciente”
El también productor reconoció que no siempre jugó limpio y aceptó haber intentado desestabilizar a uno de los concursantes más fuertes: El Guana.
“Lo hice totalmente consciente de que estaban las cámaras, lo hice muy tarde. Yo siempre le dije a Guana que era muy talentoso, jamás puse en duda la persona o el caballero que es. A quien quería yo desestabilizar era a Guana y que tuviera un enfrentamiento conmigo”, indicó.
A pesar de la estrategia, Ayala no dudó en reconocer el talento de su excompañero: “Guana fue el mejor jugador de la casa, es muy buen tipo, si lo tomó a mal, le pido una disculpa”.

La frase de Facundo que lo marcó
Otro momento delicado fue el conflicto con Facundo, a quien señaló por una frase que tocó una fibra muy personal: “Facundo le dijo a la manada que mi contrato de vida estaba por acabarse. Eso a mí no se me hace parte de un juego. Porque estás hablando de la vida de una persona. Y más si es un sobreviviente (…) en este caso lo mío fue un infarto”.
El actor dijo que en la semana ocho fue cuando realmente entendió la dureza del encierro, comparando a la casa con un enemigo invisible que “te rompe”.
“Para mí la casa es el jugador 16 y el público es el 17. La casa te va rompiendo, te va quitando y la vives realmente en la semana 8. Antes son puros golpes, vacíos y te obligan a que tú estés contigo y todos dudamos”, expuso.

Así se despide Ayala
Aunque no estará en la final, Ayala salió fortalecido, agradecido y con una nueva perspectiva: “La casa me dejó a la manada, gente a la que amo entrañablemente. Nos entendíamos con una mirada, sin hablar y que no jugábamos para burlar sino para sobrevivir y para entendernos”.
Ahora queda ver quién se lleva la corona del reality este domingo. Mientras tanto, el sexto lugar ya dejó claro que en este juego, el aprendizaje también cuenta.




