La Fiscalía General de la República entró en una nueva etapa luego de que Alejandro Gertz Manero formalizó su renuncia para incorporarse al servicio diplomático. El anuncio se hizo oficial después de que la presidenta Claudia Sheinbaum lo propusiera como embajador de México en Alemania, una decisión que sorprendió por el hermetismo con el que se manejó la transición.

Con la salida ya formalizada, comenzó inmediatamente la especulación sobre posibles sustitutos para encabezar la FGR en un momento clave para la procuración de justicia del país.
¿Quiénes podrían asumir la Fiscalía General?
Tras la renuncia de Gertz Manero, varios nombres comenzaron a posicionarse entre los posibles aspirantes. Uno de ellos es Arturo Zaldívar, expresidente de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, quien dejó su cargo como ministro en 2023 tras la aprobación del Senado. Aunque actualmente no ocupa ningún puesto público y solo figura como “integrante honorario” del equipo de Claudia Sheinbaum, ya se cumplió el periodo constitucional de dos años que debía esperar para asumir un nuevo cargo, lo que técnicamente lo habilita para aparecer en una eventual terna.

Otra figura que ha ganado fuerza es Ernestina Godoy, consejera Jurídica de la Presidencia y exfiscal de la Ciudad de México. La presidenta ha destacado su perfil, particularmente su capacidad de coordinación con fiscalías estatales, un elemento considerado clave para fortalecer el Ministerio Público federal. No obstante, su camino podría enfrentar cuestionamientos, ya que apenas ha pasado un año desde que dejó su cargo como senadora, lo cual podría derivar en un debate sobre tiempos de separación del servicio público.
Ambos perfiles cuentan con trayectoria y presencia política, pero la decisión final dependerá del proceso legislativo que marca la Constitución.

¿Cómo se elige al próximo Fiscal General de la República?
El procedimiento para designar al nuevo titular de la FGR está claramente establecido en el artículo 102 constitucional. Primero, el Senado debe integrar una lista de diez candidatos, la cual necesita el respaldo de dos terceras partes de los legisladores presentes. Esa lista se envía posteriormente al Ejecutivo.
Una vez recibida, la presidenta tiene diez días para conformar una terna con los perfiles que considere idóneos. Dichos candidatos serán llamados a comparecer ante el Senado, que deberá votar por uno de ellos con mayoría calificada.
Si el Senado no logra acuerdo, la Constitución otorga a la presidenta la facultad de elegir directamente entre los nombres incluidos en la terna o la lista enviada previamente.
El cargo de Fiscal General es uno de los más relevantes del aparato de justicia mexicano: tiene una duración de nueve años, y su peso institucional recae en dirigir investigaciones federales de alto impacto, desde corrupción hasta crimen organizado.





