Donald Trump celebró este sábado su cumpleaños 79 presidiendo un majestuoso desfile militar en Washington D.C., mismo que coincidió con el 250º aniversario del Ejército de Estados Unidos. Con un costo estimado de 45 millones de dólares, el evento incluyó tanques, helicópteros, cañones, miles de tropas y un espectáculo aéreo con paracaidistas sobrevolando la Casa Blanca.
“Queremos lucirnos un poco”, había dicho el mandatario. Y así fue. Desde la base de Fort Bragg hasta el Capitolio, Trump no ocultó su entusiasmo: saludó como Jefe Supremo a soldados desde la tribuna presidencial que estaba llena de su comitiva y recibió una bandera entregada por el equipo de paracaidistas Golden Knights.

Protestas en todo el país: "No Kings Day"
Sin embargo, mientras el desfile avanzaba, miles de personas marchaban en distintas ciudades de EE.UU. bajo la consigna “No Kings Day” (Sin Reyes). En Washington, Nueva York, Houston, Miami y Los Ángeles, los manifestantes condenaron las políticas migratorias del presidente y el uso político de las Fuerzas Armadas.
“Somos un país de inmigrantes, fuimos fundados por inmigrantes”, gritaban en Miami. En Houston, las calles se llenaron de carteles: “El ICE no es bienvenido aquí”, “Cuando la tiranía se vuelve ley, la rebelión es un deber”. En D.C., el acceso a la Casa Blanca fue limitado por cercos de seguridad, pero las pancartas llegaron igual: “Los inmigrantes hacen grande a este país”.

Respuesta ciudadana frente a la represión
Aunque las protestas fueron pacíficas, muchas incluyeron advertencias claras a las autoridades. En Florida, cientos desafiaron amenazas estatales que advertían posibles represalias si se protestaba. “No estamos contentos con lo que está pasando. El Ejecutivo está excediéndose”, señaló una manifestante en Fort Lauderdale.
En Nueva York, la Quinta Avenida fue cerrada por la policía para permitir la marcha de miles que resistieron incluso la lluvia. “Queremos que el mundo vea que hay otra cara de Estados Unidos”, dijo un joven activista en Manhattan.





