Tepito se convirtió el pasado lunes en la pista de baile más grande de la Ciudad de México para rendir tributo a uno de los íconos más grandes de la salsa: Héctor Lavoe. Con motivo de su aniversario luctuoso, 15 mil personas tomaron las calles del Eje 1 Norte y Avenida del Trabajo, en un evento que mezcló fiesta, nostalgia y cultura popular.
El homenaje fue impulsado por la Secretaría de Cultura de la Ciudad de México a través del programa Territorios de Paz. La propuesta no solo buscaba celebrar al 'Cantante de Cantantes', sino también fortalecer la identidad comunitaria del barrio bravo.

Sonideros y baile colectivo
Durante horas, más de 20 sonideros, entre ellos figuras como La Changa, Casa Blanca y Lupita “La Cigarrita”, hicieron vibrar cada rincón con temas como Periódico de ayer, El cantante y Calle Luna Calle Sol. La música fluyó entre luces, aplausos y pasos sincronizados.
Uno de los momentos más emotivos fue la coreografía masiva denominada La Sala más Grande, donde niñas, niños, adultos y veteranos bailaron juntos como una gran familia sonidera. La escena dejó en claro que, en Tepito, la música es lenguaje, resistencia y celebración.

Héctor Lavoe: memoria viva del barrio
La jornada fue más que un homenaje: fue una declaración de amor colectivo. Lavoe no solo sigue sonando en bocinas, sino en los corazones de un barrio que lo reconoce como parte de su historia y lucha cotidiana.
“La cultura sonidera es identidad. El baile sigue siendo esperanza”, compartieron organizadores del evento. Y es que en cada paso, cada vuelta y cada canción, el mensaje fue claro: ¡el barrio está más vivo que nunca!















