A pesar de los constantes llamados de atención, las contraseñas más utilizadas en el mundo siguen siendo las mismas año tras año. El ranking 2025 volvió a confirmar que “123456” continúa en el primer lugar, apareciendo en más de 7.6 millones de cuentas analizadas.

Le siguen “12345678”, presente en 3.6 millones de cuentas, y “123456789”, utilizada en 2.8 millones. Estas combinaciones numéricas son consideradas extremadamente inseguras, pues pueden ser adivinadas por sistemas automatizados en fracciones de segundo.
“admin” y “password”, los clásicos que nunca desaparecen
El informe también destaca el caso de “admin”, una contraseña usada en más de 1.9 millones de cuentas alrededor del mundo, y de “password”, que aparece en más de un millón de registros. Ambas se mantienen entre las preferidas por usuarios que priorizan la comodidad sobre la seguridad, repitiendo errores básicos de protección digital.
Los expertos advierten que utilizar este tipo de claves puede facilitar el acceso a información personal, laboral o financiera sin que el usuario lo note.

Otras contraseñas igual de inseguras
El listado incluye también claves tan simples como “111111”, usada en más de 326 mil cuentas, y “admin123”, presente en más de 306 mil perfiles.
Lo sorprendente es la aparición de “minecraft” dentro del top 100 mundial, con más de 69 mil cuentas registradas con esa palabra, lo que demuestra que incluso nombres populares de videojuegos se utilizan como contraseñas, sin considerar el riesgo que representan.
¿Por qué seguimos usando contraseñas débiles?
Los especialistas en ciberseguridad señalan que el principal problema es la falta de hábitos digitales seguros. Muchas personas prefieren contraseñas fáciles de recordar o reutilizan las mismas en diferentes servicios, sin pensar que eso aumenta la posibilidad de sufrir un hackeo.

La inteligencia artificial y los programas de fuerza bruta pueden descifrar millones de combinaciones por segundo, por lo que las contraseñas simples ya no representan ninguna protección real.
Consecuencias reales de una mala contraseña
Según datos del informe, más del 80% de las filtraciones de datos registradas en 2025 están relacionadas con el uso de contraseñas débiles o repetidas. Entre las consecuencias más comunes están el robo de identidad, el secuestro de cuentas, el fraude bancario y la pérdida de acceso a correos o redes sociales.
Además, muchas de las contraseñas filtradas terminan en foros clandestinos, donde se venden o se usan para cometer delitos digitales.

Cómo crear una contraseña segura y efectiva
Los expertos recomiendan combinar letras mayúsculas y minúsculas, números y símbolos, así como evitar el uso de información personal. También sugieren usar gestores de contraseñas para generar claves únicas y activar la verificación en dos pasos en todas las plataformas importantes.
Otra buena práctica es cambiar las contraseñas al menos cada seis meses y no repetirlas en diferentes servicios.
La ciberseguridad no depende solo de la tecnología, sino también del comportamiento de los usuarios. Usar “123456” o “admin” en pleno 2025 es como dejar la puerta de casa abierta.
Los especialistas insisten en que la prevención es la clave: una contraseña robusta puede marcar la diferencia entre mantener segura tu información o convertirte en una víctima más de los ciberdelincuentes.





