Las llamadas de extorsión continúan siendo uno de los métodos más frecuentes utilizados por grupos delictivos para obtener acceso a datos personales y bancarios. Frente a este panorama, autoridades de seguridad y especialistas en protección digital han alertado sobre dos palabras clave que no deben ser mencionadas bajo ninguna circunstancia durante una llamada telefónica sospechosa: el NIP (o PIN) y el código de verificación temporal.
Estas dos expresiones, aparentemente inofensivas, pueden convertirse en un canal directo para que los delincuentes realicen operaciones no autorizadas desde tu cuenta bancaria, incluyendo transferencias, compras en línea y retiros en cajeros automáticos.

¿Por qué son tan riesgosas estas palabras?
Tanto el NIP como el código de verificación, también conocido como OTP por sus siglas en inglés (One Time Password), son mecanismos que validan transacciones o accesos digitales. Cuando un extorsionador obtiene esta información, incluso sin tener la tarjeta física, puede suplantar tu identidad y vulnerar tu seguridad financiera.
Los delincuentes suelen hacerse pasar por empleados de bancos, aseguradoras o instituciones oficiales, generando un ambiente de urgencia para que la persona “verifique” su identidad. En muchos casos, alegan que se detectó una operación fraudulenta o que necesitan confirmar datos para bloquear un cargo.

Recomendaciones clave para evitar caer en el engaño
Ante este tipo de situaciones, la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana y diversas instituciones financieras recomiendan seguir estas acciones:
- Cortar la llamada de inmediato si se solicitan datos personales o financieros.
- No proporcionar NIP, contraseñas, códigos de verificación ni datos de tarjetas.
- Reportar el número al 089, línea nacional de denuncia anónima.
- Verificar directamente con tu banco cualquier movimiento extraño, utilizando canales oficiales.





