Los montachoques ya no saldrán tan campantes. Las comisiones del Senado han terminado el dictamen de la nueva Ley General para Prevenir y Sancionar la Extorsión, la cual establece penas de hasta 42 años de prisión para quienes cometan este delito, incluyendo a los que provocan choques para cobrar a sus víctimas de forma violenta.
Este nuevo marco legal no sólo apunta a los montachoques: también va tras los cárteles que cobran derecho de piso, los extorsionadores telefónicos desde penales y los falsos policías que amedrentan para sacar provecho.

“El sujeto activo utilice violencia física, moral o psicológica para exigir el cobro de un daño ocurrido en algún objeto de su propiedad, derivado de un supuesto accidente [...] independientemente de que se haya o no obtenido el lucro”, advierte el documento.

Penas más severas por extorsión
Así se castiga la extorsión con esta nueva ley:
- Extorsión base: de 15 a 25 años de cárcel.
- Con agravantes (como violencia, armas, disfraz de policía, etc.): suma entre 3 y 17 años más, alcanzando hasta 42 años de prisión.
- Montachoques: considerados modalidad agravada.
- Autoridades cómplices: hasta 20 años si no denuncian los delitos que conocen.
- Penales:
- Hasta 30 años para autoridades que permitan extorsiones desde prisión.
- Hasta 12 años por ingresar celulares o dispositivos.
- Destitución e inhabilitación para servidores públicos que participen.

Además, si alguien simula ser parte de una institución de seguridad para intimidar, o si se comete el delito contra defensores de derechos humanos, periodistas, o usando menores, la condena sube.
¿Qué es la extorsión y cómo operan los montachoques?
La extorsión es cuando alguien obliga a otra persona a entregar dinero o algo de valor bajo amenazas. Y dentro de sus muchas formas, los montachoques se han vuelto una plaga en ciudades como CDMX: provocan un choque, fingen ser las víctimas y, con presión o amenazas, exigen pagos inmediatos.

Suelen operar:
- Con coches viejos o golpeados.
- En zonas sin cámaras.
- Con cómplices que se hacen pasar por testigos o ajustadores falsos.
Ahora, este modus operandi podría costarles hasta cuatro décadas tras las rejas.





