El Día de los Abuelos es una conmemoración que, aunque no tiene una fecha universal, se celebra con la misma intención: rendir homenaje a quienes sostienen con amor y experiencia a nuestras familias. Mientras en países como España e Italia se festeja el 26 de julio, en México lo hacemos cada 28 de agosto, y el motivo tiene raíces sociales y culturales propias.
En Italia, el Día de los Abuelos coincide con la festividad de Los Ángeles de la Guarda, resaltando su papel protector. En España, se celebra en honor a San Joaquín y Santa Ana, padres de la Virgen María y, por lo tanto, abuelos de Jesús. Esta referencia religiosa también se adopta en muchos países de Latinoamérica, donde el 26 de julio es conocido como el Día Internacional del Abuelo.

¿Y por qué en México se celebra el 28 de agosto?
La celebración del Día del Abuelo en México fue instaurada desde 1983, con el propósito de reconocer la labor y sabiduría de los adultos mayores, así como para resaltar su papel en la estructura social y familiar.
Según el Gobierno de México, se estima que para el año 2050, cerca del 30% de la población nacional tendrá 65 años o más, lo cual representará un enorme reto para los sistemas de salud y seguridad social si no se implementan políticas públicas que prioricen a las personas mayores.
En ese contexto, el 28 de agosto no sólo es un día para regalar flores o una llamada, sino para reflexionar sobre la importancia de garantizarles condiciones dignas y reconocimiento social.

Más allá de la fecha, la importancia es la misma
Aunque las fechas varían, el mensaje permanece intacto: los abuelos merecen respeto, cariño y espacios de participación activa en la familia y en la sociedad. Cada día que compartimos con ellos es una oportunidad para aprender de su experiencia y fortalecer los lazos que nos unen.
Como dice el dicho popular: “Los abuelos son el dulce de la vida”, y el Día del Abuelo es, sin duda, un recordatorio para valorar más a quienes nos brindan amor incondicional generación tras generación.





