En el universo del terror, pocas figuras han alcanzado tanta notoriedad como Annabelle, la muñeca asociada con fenómenos paranormales que, más de cinco décadas después de su hallazgo, sigue generando miedo, especulación y una intensa fascinación global.

Lejos del aspecto escalofriante mostrado en el cine, la verdadera Annabelle es una muñeca de trapo tipo Raggedy Ann que fue entregada como regalo a una joven enfermera en 1970. Lo que parecía un obsequio inofensivo pronto se convirtió en el epicentro de sucesos inexplicables.
Origen del misterio de Annabelle
Según los archivos de los reconocidos investigadores paranormales Ed y Lorraine Warren, la muñeca comenzó a moverse por sí sola, cambiaba de posición y aparecían mensajes escritos con frases como “Help me” en papel pergamino, material que no pertenecía al departamento.
Tras consultar a un médium, las jóvenes propietarias fueron informadas de que el espíritu de una niña llamada Annabelle Higgins residía en la muñeca. Sin embargo, los Warren determinaron que no se trataba de un espíritu infantil, sino de una entidad demoníaca con intenciones de posesión.

La muñeca fue retirada del domicilio y trasladada al Museo del Ocultismo de los Warren, en Monroe, Connecticut, donde permanece hasta hoy en una vitrina sellada, con advertencias de no ser tocada bajo ninguna circunstancia.
Su fama creció a nivel internacional gracias a su aparición en las películas The Conjuring y su propia saga Annabelle, aunque la versión cinematográfica fue adaptada visualmente para intensificar su apariencia terrorífica.
¿Dónde está ahora Annabelle?
La muñeca sigue bajo custodia de la New England Society for Psychic Research (NESPR), dirigida por Tony Spera, y forma parte de exposiciones privadas y eventos especializados. Los responsables aseguran que se mantiene en condiciones de máxima seguridad y que los rumores de su “escape” en redes sociales son completamente falsos.





