Una verdadera invasión tiene en jaque a cientos de familias en el fraccionamiento Florencia, en Tizayuca, Hidalgo. Lo que parecía una molestia menor se ha convertido en una pesadilla diaria para los habitantes, quienes enfrentan una plaga de moscas que ha contaminado alimentos, invadido hogares y puesto en alerta su salud.
Las quejas vecinales no tardaron en llegar al gobierno municipal, que desplegó un operativo de emergencia encabezado por la alcaldesa Gretchen Atilano. El diagnóstico preliminar apunta a malas prácticas agrícolas en tierras cercanas al Estado de México, donde se detectaron tres hectáreas de estiércol sin tratar, propicias para la reproducción acelerada de larvas.

No es paranoia: las moscas pueden transmitir enfermedades
Las autoridades de salud advirtieron que, si bien no hay una emergencia sanitaria declarada, la mosca común (Musca domestica) puede ser portadora de enfermedades como fiebre tifoidea, disentería, hepatitis A y hasta infecciones provocadas por lombrices intestinales.
Mientras tanto, los colonos no bajan la guardia. Reportan que la situación afecta su vida diaria, desde cocinar hasta poder dormir sin ser rodeados por estos molestos insectos. “Es un riesgo para los niños, para los adultos mayores… para todos”, expresaron.

Llaman a no fumigar por su cuenta
La alcaldesa pidió evitar fumigaciones caseras que no atacan el origen del problema y podrían generar afectaciones adicionales. En su lugar, el municipio realiza monitoreos constantes, y no descarta el uso de control biológico o químico supervisado, si la situación lo requiere.

¿Cómo prevenir futuras plagas?
La Secretaría de Salud recomienda acciones básicas como eliminar basura, tapar contenedores, reparar fugas y colocar mosquiteros en puertas y ventanas. Pero los vecinos del fraccionamiento Florencia fueron más allá: exigen soluciones de largo plazo para frenar la expansión urbana sin planeación, que —según denuncian— agravó esta crisis.
El mensaje de los colonos es claro: quieren aire limpio, comida sin moscas y descanso sin zumbidos.

¡UNA PLAGA SIN FIN!



