El Cilindro de Avellaneda se transformó en un auténtico volcán de pasión. En la antesala del duelo de Semifinales de la Copa Libertadores 2025, los hinchas de Racing Club ofrecieron un espectáculo visual y emocional que quedará grabado en la memoria colectiva del futbol sudamericano.

Desde horas antes del inicio del partido ante Flamengo, los alrededores del estadio comenzaron a teñirse de azul y blanco. Banderas gigantes, cánticos interminables y una marea de bengalas crearon un ambiente místico, casi cinematográfico. Cuando los jugadores salieron al campo, el rugido fue ensordecedor: miles de gargantas unidas, una cortina de humo cubriendo el aire y una atmósfera que literalmente detuvo el tiempo.
“Lo que se vivió en Avellaneda fue una de las postales más impactantes del fútbol argentino en los últimos años”, destacó TyC Sports, que calificó el recibimiento como “una fiesta de proporciones épicas”. El aliento fue tal que el inicio del partido debió retrasarse unos minutos, mientras el humo de las bengalas se disipaba.
Los 5 MINUTOS del recibimiento HISTÓRICO de Racing.
Qué locura por el amor de Dios. 🤯🎆pic.twitter.com/Ai6ZPByCKd https://t.co/lWPNUyuZqv— Ataque Futbolero (@AtaqueFutbolero) October 30, 2025
El Cilindro, un volcán de pasión académica
Los hinchas de Racing desplegaron todo su ingenio y fervor para acompañar a su equipo. Miles de luces, fuegos artificiales y cánticos conmovieron incluso a los propios jugadores, que miraban al público con asombro y orgullo. Los videos del recibimiento se viralizaron rápidamente en redes sociales, alcanzando millones de reproducciones en cuestión de horas.
El estadio Presidente Perón, popularmente conocido como el Cilindro, tembló bajo los saltos de los hinchas, que no dejaron de cantar ni un segundo. Desde la popular hasta las plateas, todo fue una explosión de luz, humo y color. “Parecía un ritual: bengalas en cada rincón, humo azul cubriendo el campo, y un sonido que erizaba la piel”, escribió un aficionado en X (antes Twitter).
La magnitud del evento recordó a otros recibimientos históricos del futbol argentino, como los vividos por el propio Racing en la Copa Sudamericana 2024, cuando la Academia conquistó el título de la mano de Gustavo Costas. Sin embargo, esta vez, la emoción fue aún más intensa: era una semifinal de Libertadores, el sueño más grande del continente.

El sueño no alcanzó, pero la fiesta quedará para siempre
A pesar del clima de euforia y del empuje de su gente, el desenlace no fue el esperado. Racing no logró revertir la serie ante Flamengo, que había ganado la ida en Río de Janeiro y defendió su ventaja en Avellaneda. El marcador final dejó fuera a los argentinos de la Final de Lima, programada para el 29 de noviembre.
El contraste fue inevitable: mientras las bengalas se apagaban y el humo se disipaba, la ilusión académica se diluía lentamente. Pero lo que quedó fue algo más grande que el resultado: un acto de amor incondicional.





