Botafogo ha encendido los focos en el fútbol internacional tras lanzar una dura denuncia pública contra el Olympique de Lyon, reclamándole un pago de 64 millones de euros por la venta de tres de sus futbolistas en condiciones financieras ventajosas, operación que el club carioca asegura se hizo para salvar al Lyon de una crisis económica.

Ambos clubes forman parte del Eagle Football Group, propiedad del empresario estadounidense John Textor, sin embargo, la relación interna parece estar lejos de la armonía. Desde Brasil, Botafogo acusa a Lyon de no haber cumplido con los pagos acordados tras la venta de:
Luiz Henrique al Zenit por 33 millones de euros
Igor Jesus al Nottingham Forest por 19 millones
Jair Cunha al mismo club inglés por 12 millones
Según Botafogo, las transferencias se realizaron por debajo del valor de mercado y con el único objetivo de recaudar fondos de manera urgente para estabilizar la situación financiera del Lyon, que en ese momento se encontraba al borde del colapso.

Un rescate que evitó el descenso del Lyon
Cabe recordar que el Lyon había sido inicialmente descendido administrativamente por la DNCG (Dirección Nacional de Control de la Gestión), debido a sus serios problemas económicos. No obstante, el fallo fue revertido y el club pudo permanecer en la Ligue 1, en gran parte gracias a la inyección financiera facilitada por las ventas provenientes de Botafogo.
Crisis en la familia Eagle Football
Lo que parecía una estrategia de sinergia entre clubes de un mismo grupo empresarial, ahora se ha convertido en una fractura pública, con Botafogo exigiendo el pago inmediato de los 64 millones de euros. La situación genera dudas sobre la gestión del Eagle Football Group y sus prioridades financieras entre sus diferentes equipos.





