En 1962, el mundo del futbol vivió una de las noches más memorables de todos los tiempos. Pelé, la joya brasileña del Santos FC, firmó una actuación legendaria en la final de la Copa Intercontinental ante el Benfica de Portugal. Apenas unos meses después de perderse gran parte del Mundial de Chile por lesión, el ‘10’ del Brasil volvió a brillar con fuerza, anotando tres goles en Lisboa y conquistando al público europeo con su arte futbolístico.

Aquel 11 de octubre, en el estadio Da Luz repleto con más de 70 mil aficionados, Pelé ofreció una exhibición que trascendió fronteras. El Santos se impuso 5-2 al Benfica, entonces bicampeón de Europa, y el brasileño marcó un hat-trick que borró toda duda sobre su grandeza fuera del continente americano. El estadio entero, maravillado por su destreza, terminó de pie, aplaudiendo a su rival: una ovación que selló el respeto eterno hacia 'O Rei'.
El día que Europa se rindió ante “O Rei”
Hasta ese momento, muchos en Europa veían a Pelé como una estrella sudamericana más, pero su actuación en Lisboa cambió para siempre esa percepción. Su velocidad, precisión y capacidad para definir con elegancia hicieron que Europa se rindiera ante su talento, reconociéndolo como el mejor jugador del planeta.

El Benfica, liderado por Eusébio, poco pudo hacer ante la magia del brasileño. Con cinco goles en total entre ambos partidos de la serie, Pelé no solo ganó la Intercontinental, sino que consolidó su mito mundial. Aquella noche, el público portugués no aplaudió solo a un campeón, sino al hombre que cambió la historia del fútbol: Edson Arantes do Nascimento, Pelé, el primer ídolo verdaderamente universal.
Amigos cuando digo que los destrozó, me refiero a su actuación individual.
Pero bueno, aquí les traigo otra exhibición de Pelé pero está vez frente al SL Benfica por la FINAL de la Intercontinental de 1962.
Hack-Trick en el Da Luz y a dormir. Tranqui. 👑pic.twitter.com/NMtrpSriP8— 𝙊𝙢𝙖𝙧 𝘽𝙎 (@OmarBS_) December 26, 2022




