Maximiliano Salas golpeó a aficionado después de perder el Súperclasico contra Boca Juniors

Maximiliano Salas golpeó a un aficionado
Maximiliano Salas golpeó a un aficionado | FOTO TOMADA DEL VIDEO

La dura caída de River Plate ante Boca Juniors en el Superclásico argentino dejó heridas profundas en el plantel millonario. El conjunto dirigido por Marcelo Gallardo fue superado en La Bombonera y, tras el pitazo final, la escena fue de contraste total: mientras el estadio se convertía en una fiesta xeneize, los jugadores visitantes abandonaban el campo con bronca y frustración.

Entre los cánticos y celebraciones de los locales, los futbolistas de River emprendieron la retirada hacia los vestuarios con rostros serios, cabizbajos y sin mirar hacia las tribunas. Fue en ese contexto, de evidente tensión y malestar, cuando un episodio inesperado empañó aún más la noche para los de Núñez.

Según registraron testigos, un joven se encontraba filmando con su celular, de espaldas al campo, mientras realizaba una transmisión con cámara frontal. A pocos metros de los jugadores millonarios, el gesto no pasó desapercibido para Maximiliano Salas, quien, fuera de sí, corrió hacia él y le propinó un golpe directo en la cabeza, una especie de “piña voladora” que desató la confusión inmediata.

El hombre, sorprendido por el impacto, optó por huir sin siquiera darse vuelta ni responder. El video del incidente, que rápidamente comenzó a circular en redes sociales, muestra el momento exacto del golpe y la posterior reacción del atacante de River, que siguió su camino rumbo al túnel sin mediar palabra.

 

 

Horas más tarde trascendió que la persona agredida no tenía relación con ningún medio de comunicación ni con la organización del partido. Se trataría de un colado que logró ingresar al campo de juego, aunque ese detalle no atenúa la gravedad del accionar de Salas ni la imagen negativa que dejó su reacción.

La actitud del delantero fue calificada como “repudiable” por diversos sectores del entorno futbolístico, que señalaron la falta de profesionalismo del jugador en un momento en el que la frustración debía canalizarse de otro modo. Incluso dentro del propio club reconocen que el episodio podría acarrearle sanciones internas o disciplinarias.

El incidente ocurre en un contexto especialmente delicado para River, que no solo perdió ante su eterno rival, sino que dejó escapar una oportunidad clave para recomponerse en el campeonato. El golpe anímico, sumado al bochorno de Salas, agrava el clima de tensión en el plantel y entre los aficionados.

Mientras tanto, el cuerpo técnico y la dirigencia analizan los pasos a seguir. Se espera que Maximiliano Salas ofrezca una disculpa pública en las próximas horas, aunque el daño ya está hecho: el Superclásico no solo dejó una derrota en el marcador, sino también una imagen que River querrá olvidar cuanto antes.