¿Qué necesita River Plate para jugar la Copa Libertadores del 2026? Depende de Boca Juniors

Esto necesita River para jugar la Copa Libertadores
Esto necesita River para jugar la Copa Libertadores | AP

El triunfo de Boca Juniors por 1 a 0 frente a Argentinos Juniors en los cuartos de final del Torneo Clausura no solo lo instaló entre los cuatro mejores del certamen, sino que además dejó a River Plate aferrado a un único camino para ingresar a la próxima Copa Libertadores: que el Xeneize se consagre campeón. El equipo de Claudio Úbeda, que atraviesa un momento inesperado, pero sólido, aguardará ahora por su rival en semifinales, que saldrá del cruce entre Racing y Tigre.

La situación de River quedó completamente condicionada tras finalizar en la cuarta posición de la tabla anual. Esa ubicación lo dejó fuera de los cupos directos al torneo continental, por lo que su única esperanza era que algunos de los equipos ya clasificados liberaran plazas. Sin embargo, los resultados no acompañaron: Rosario Central, campeón de liga y líder de la temporada 2026, quedó afuera ante Estudiantes; Argentinos sucumbió ante Boca; y Lanús, ganador de la Copa Sudamericana, también quedó eliminado frente al Matador.

Con todos esos escenarios cerrados, el Millonario depende exclusivamente de un título de Boca para tener acceso a la Libertadores. En caso de que el Xeneize no se quede con el Clausura, River deberá conformarse con disputar la Copa Sudamericana el próximo año. Para los de Núñez, es un golpe deportivo inesperado tras haber perdido otras vías de clasificación al ser eliminado por Palmeiras en la actual Libertadores y por Independiente Rivadavia —futuro campeón— en la Copa Argentina.

La preocupación se amplifica al considerar la historia reciente del club de Núñez en el máximo certamen continental. River conquistó la Copa Libertadores en cuatro oportunidades (1986, 1996, 2015 y 2018), estas dos últimas bajo la conducción de Marcelo Gallardo. Además, suma 12 participaciones consecutivas, un registro que corre riesgo de cortarse si los resultados del Clausura no lo acompañan.

Del otro lado, Boca atraviesa un presente deportivo alentador. Tras la muerte de Miguel Ángel Russo, Claudio Úbeda quedó como técnico interino y consiguió reordenar al plantel, fortaleciendo su estructura defensiva y potenciando la influencia de Leandro Paredes en la mitad de la cancha. Aunque frente a Argentinos Juniors no mostró su mejor versión, el equipo pegó en el momento exacto, supo resistir los embates y encontró en Agustín Marchesín un sostén fundamental.

En caso de superar a Racing o a Tigre en semifinales, Boca alcanzará la final del Clausura, programada para el sábado 13 de diciembre en el estadio Madre de Ciudades de Santiago del Estero, con horario aún por definir. El Xeneize, entonces, se acercaría no solo al título sino también a la posibilidad de condicionar directamente el destino internacional de su máximo rival.

El campeón del Clausura también tendrá la oportunidad de cerrar el año levantando otro trofeo: el Trofeo de Campeones, que se disputará el sábado 20 de diciembre en el Estadio Único de San Nicolás. Una cita que podría significar un cierre brillante de temporada para Boca o para el equipo que logre arrebatarle el sueño.