La presencia de Lionel Messi en las obras de remodelación del nuevo Spotify Camp Nou este lunes se convirtió en la noticia deportiva del día, no solo por la carga emotiva que conlleva, sino por un detalle que ha sorprendido a propios y extraños: la directiva del FC Barcelona no fue informada previamente sobre la visita de su máxima leyenda.
De acuerdo con diversos reportes que circulan desde Cataluña, el astro argentino, actualmente en el Inter Miami, aterrizó en España el domingo por la noche y su visita al estadio no fue coordinada con el presidente Joan Laporta ni con ningún otro alto ejecutivo del club catalán.
Misterio de la visita
La información sugiere que el acuerdo para que Messi pudiera acceder a la histórica cancha donde forjó su leyenda se gestó a última hora y por una vía inusual.
- Contacto directo: Messi habría contactado directamente a Limak, la constructora turca encargada de las faraónicas obras de remodelación del Camp Nou.
- La directiva aprueba: Fue la constructora quien, posteriormente, se puso en contacto con la directiva del Barça, la cual, ante la situación, dio su visto bueno de manera inmediata para que se le abrieran las puertas a Leo.
- Visita sorpresa: Otra versión que circula en España es que Lionel Messi se presentó directamente a las instalaciones del Camp Nou y pidió permiso a los trabajadores para poder ingresar, razón por la que su visita fue nocturna.
Este giro en la coordinación ha generado especulaciones sobre la naturaleza de la relación actual entre el capitán de la selección argentina y la cúpula azulgrana.
Mala relación con la directiva
La falta de comunicación directa de Messi con los dirigentes del Barcelona, incluido Joan Laporta, para organizar esta visita podría estar relacionada con el supuesto distanciamiento que ambos mantienen desde la inesperada y dolorosa salida del "10" del club en agosto de 2021.
La visita, aunque emotiva para los aficionados, pone nuevamente en evidencia las complejidades de la relación entre el jugador más importante de la historia culé y la actual directiva, dejando entrever que, a pesar del cariño incondicional de la afición, las heridas institucionales podrían no haber sanado por completo.
Messi pudo recorrer las instalaciones y observar de cerca el progreso de un estadio que, una vez finalizado, lo recordará eternamente como el epicentro de su magia.
