En un encuentro que parecía resuelto y terminó al borde del infarto, el Real Madrid logró su clasificación tras vencer 2-3 al Talavera. Pese a la diferencia de categorías, el conjunto blanco terminó pidiendo la hora ante un equipo local que nunca bajó los brazos y rozó la épica en el tiempo añadido.

Mbappé y el infortunio local encarrilaron el duelo
El partido comenzó con un Real Madrid dominante que buscó sentenciar temprano. Tras varios avisos de Kylian Mbappé y Arda Güler, la resistencia del Talavera se rompió en el minuto 40. Una mano de Marcos Moreno dentro del área permitió a Mbappé anotar desde el punto de penalti con un remate ajustado al palo derecho.
Justo antes del descanso, la mala fortuna se cebó con el equipo local. En el minuto 45, un centro al área terminó con un gol en propia puerta de Manu Farrando, enviando al Madrid a los vestuarios con una ventaja de 0-2 que parecía definitiva.
La reacción heroica del Talavera
En la segunda mitad, el Real Madrid desperdició varias ocasiones para cerrar el partido, especialmente en las botas de Mbappé y Endrick. Esto permitió que el Talavera creciera en confianza. Al minuto 79, Nahuel Arroyo recortó distancias con un remate de zurda que batió a Lunin tras una gran asistencia de Farrando.
El Real Madrid pareció recuperar la calma en el minuto 87, cuando Kylian Mbappé firmó su doblete con un potente disparo desde fuera del área a pase de Tchouaméni. Sin embargo, el 1-3 no fue el final de la historia.

Sufrimiento hasta el último segundo
En el minuto 90, Gonzalo Di Renzo puso el 2-3 tras cazar un balón en el centro del área después de una falta lateral, desatando la locura en las gradas. Con tres minutos de añadido, el Talavera se volcó totalmente al ataque.
Andrii Lunin se convirtió en el héroe inesperado del Madrid en el tiempo de descuento, desviando un remate de Isaiah Navarro que pudo significar el empate. Jude Bellingham terminó viendo la tarjeta amarilla por juego peligroso en medio de la desesperación blanca por defender el resultado.
Finalmente, el Real Madrid selló su pase de ronda, pero dejando muchas dudas defensivas y sufriendo ante un Talavera que demostró que en la Copa del Rey no hay rival pequeño.





