Luis Ángel Malagón volvió a quedar en el centro de la conversación. El guardameta, quien regresó a la titularidad con la Selección Mexicana para el amistoso frente a Paraguay en San Antonio, escuchó los primeros silbidos de la noche apenas tocó el balón.

Desde el primer pase que entregó, un sector del público dejó escuchar su molestia, una reacción que tomó fuerza tras la reciente polémica por las críticas a los porteros de la Selección.
El ambiente tenso contrastó con lo esperado, pues después del debate generado por el partido anterior, muchos esperaban un voto de confianza para el arquero.
OPINIÓN DE RAÚL JIMÉNEZ
El episodio se da justo después de que Raúl Jiménez señalara que los aficionados debían apoyar más al equipo, recordando los abucheos que se vivieron en Torreón y cuestionando la idea de que solo la afición mexicana en territorio nacional es dura con la Selección.

Sin embargo, el encuentro ante Paraguay dejó claro que los reclamos no distinguen fronteras. En territorio estadounidense, donde suele haber un respaldo mayoritario para el Tri.
Después de este descontento los silbidos regresaron con fuerza desde los primeros minutos, enviando un mensaje contundente: el malestar no tiene que ver con la sede.
AFICIÓN MOLESTA
Lo sucedido con Malagón refuerza la percepción de que el problema está más ligado al rendimiento reciente del equipo. Y es que terminó el primero tiempo y aún México no anota, mucho menos atacó al rival.
La afición, sin importar el lugar, ha comenzado a mostrar su inconformidad desde el arranque, y esta vez el portero fue el primero en resentir ese descontento.





