La Selección Mexicana recibió en el TSM Corona de Torreón a la Selección de Uruguay, en un partido amistoso correspondiente a la última Fecha FIFA del año, una de las últimas antes del arranque de la Copa del Mundo 2026. Durante el partido, uno de los jugadores que más destacó fue Gilberto Mora, quien casi anota un gol de bandera.

Revulsivo del partido
Mora entró de cambio al minuto 44, luego de que Hirving Lozano sufrió un golpe y pidió su cambio por lesión, Gil solo jugó un par de segundos del primer tiempo, pero al segundo tiempo demostró su calidad.

Durante una jugada al minuto 67, Raúl Jiménez controló de buena manera en el área chica y mandó una diagonal a Mora, el juvenil de 17 años controló retrasado y al verse en presión, con sangre fría remato de tres dedos cruzando al portero, desaforadamente el balón se fue rosando el palo derecho.
El estadio y los comentaristas se cayeron en elogios y aplausos para el canterano de Tijuana, quien desde la Copa Oro ha demostrado su calidad y madurez futbolística pese a su corta edad.

¿Cómo fue el partido de Mora?
La acción de Mora se convirtió rápidamente en la más comentada del encuentro, pues no solo mostró técnica individual, sino también una increíble capacidad para tomar decisiones bajo presión. Su remate, elegante y preciso, recordó a grandes definiciones del fútbol mexicano, lo que generó conversación inmediata tanto en el estadio como en redes sociales.

El “casi gol” incluso cambió el ritmo del partido, ya que la Selección Mexicana comenzó a insistir más por las bandas y a buscar asociaciones con el joven delantero. Uruguay, por su parte, replegó líneas al notar el impulso anímico que la jugada le dio al conjunto tricolor, intentando evitar que Mora recibiera el balón con espacios nuevamente.
Después del encuentro, analistas y periodistas coincidieron en que la jugada de Mora fue la más peligrosa del Tri y una muestra clara de que el juvenil está listo para competir a nivel internacional. Destacaron su serenidad para definir, un atributo que no suele encontrarse en jugadores tan jóvenes, especialmente en escenarios de alta exigencia.
Con este desempeño, Gilberto Mora se perfila como uno de los elementos a seguir rumbo al Mundial de 2026. Su participación, breve pero determinante, aumentó las expectativas sobre su futuro en la Selección Mexicana y abrió el debate sobre si debería recibir más minutos en los próximos compromisos del equipo nacional.





