La etapa de Jaime Lozano al frente de los Tuzos del Pachuca llegó a su fin antes de concluir el torneo. De acuerdo con diversos reportes, la directiva de Grupo Pachuca decidió no continuar con el proyecto del estratega mexicano tras la derrota por 1-0 ante Santos Laguna en la Jornada 17 del Apertura 2025. La determinación, que tendrá efecto a partir del lunes 10 de noviembre, se tomó pese a que el equipo aún tiene pendiente disputar la Fase Final.
El club ya hizo oficial la salida asegurando que fue un acuerdo mutuo, sin embargo, la decisión refleja un cambio drástico en la política interna del grupo hidalguense, que en años anteriores se caracterizaba por la paciencia hacia sus entrenadores. Esta determinación se suma a una serie de movimientos recientes que han generado controversia dentro de la institución.

Salidas polémicas dentro del plantel
La destitución de Jaime Lozano no es el único episodio reciente que ha llamado la atención en el entorno del Pachuca. Semanas atrás, el equipo anunció la desvinculación del mediocampista Javier “La Chofis” López, quien terminó su relación laboral con los Tuzos tras casi tres años. El club se limitó a desearle éxito en futuros proyectos, sin ofrecer mayores detalles sobre las razones de su salida.
López llegó procedente de Chivas en 2022, pero su paso por el conjunto de la Bella Airosa estuvo marcado por irregularidades en su rendimiento y un papel intermitente dentro del esquema del equipo.

Otro caso que generó debate fue el de Luis Chávez. Tras su destacada participación en la Copa Mundial de Qatar 2022, el mediocampista recibió ofertas del Feyenoord de Países Bajos y del Fenerbahçe de Turquía, las cuales fueron rechazadas por la directiva. Finalmente, el jugador decidió pagar su cláusula de rescisión para poder emigrar al futbol europeo, acción que evidenció las diferencias entre el futbolista y la dirigencia del club.
La salida de Lozano guarda similitudes con lo ocurrido meses atrás con Guillermo Almada. El entrenador uruguayo presentó su renuncia antes del Mundial de Clubes, argumentando un “cúmulo de causas” que lo llevaron a dejar el cargo, entre ellas la falta de alineación entre su visión deportiva y las decisiones administrativas. Almada consideró que sus métodos de preparación no serían bien aplicados en el torneo internacional, por lo que decidió dar un paso al costado.

A nivel institucional, Grupo Pachuca también ha enfrentado controversias fuera del terreno de juego. El propietario Jesús Martínez estuvo involucrado en un conflicto legal con Fox Sports México, empresa de Grupo Lauman, que derivó en una orden de aprehensión en su contra. Aunque la situación se resolvió sin consecuencias mayores, el caso generó una amplia cobertura mediática.
No fue la primera vez que Martínez protagonizó una polémica. En 2017, el empresario ingresó al vestidor de los árbitros después de una derrota ante América, hecho que generó una sanción al club. En su momento, la institución hidalguense aclaró que el propietario bajó únicamente a saludar al cuerpo arbitral, aunque el incidente quedó registrado en los reportes oficiales del encuentro.

Un pasado de estabilidad y paciencia con los entrenadores
A diferencia del manejo reciente de proyectos como el de Jaime Lozano o Guillermo Almada, en otros periodos Pachuca se distinguió por otorgar estabilidad a sus técnicos. Diego Alonso, por ejemplo, inició su etapa con apenas tres victorias en sus primeros doce partidos, pero la directiva le dio continuidad. El uruguayo permaneció más de 1,200 días al frente del equipo, con un total de 173 encuentros dirigidos y dos títulos conquistados.
Enrique Meza vivió una situación similar. Su comienzo estuvo marcado por cinco derrotas consecutivas y solo dos triunfos en sus primeros nueve compromisos. Aun así, la directiva le mantuvo la confianza durante más de mil días, periodo en el que logró obtener cuatro trofeos para la institución.
Incluso Guillermo Almada, antes de su salida, se mantuvo en el banquillo más de 1,200 días y alcanzó cuatro títulos en 154 partidos, consolidando una etapa de éxito deportivo. Estos ejemplos contrastan con la decisión de cesar a Lozano antes de finalizar el torneo, un movimiento que refleja un cambio de rumbo en la política deportiva del grupo.





