Haití y Curazao escribieron historia al conseguir su clasificación a la Copa del Mundo, un logro que marca un antes y un después para ambas selecciones caribeñas. En un proceso eliminatorio exigente, ambos combinados mostraron personalidad, crecimiento y un futbol cada vez más competitivo, lo que les permitió sellar su boleto entre las mejores selecciones del planeta.

EL CAMINO DE CURAZAO AL MUNDIAL 2026
Curazao vivió una fase de ensueño al terminar como primer lugar del Grupo B con 12 puntos, producto de tres victorias, tres empates y cero derrotas, convirtiéndose en una de las sorpresas de las eliminatorias. La solidez del equipo, acompañado de un futbol ordenado y práctico, les permitió firmar un pase histórico rumbo al que será su primer Mundial en la historia.

LAS FIGURAS DE CURAZAO
El conjunto curazoleño encontró su fortaleza en una mezcla de experiencia y juventud. Leandro Bacuna, su mediocampista más destacado, aportó liderazgo y jerarquía gracias a su paso por clubes de Inglaterra, Escocia y Países Bajos. A su lado brilló Jeremy Antonisse, considerado la sangre joven de esta generación, quien ha desarrollado su carrera en equipos de Portugal, Países Bajos y Grecia, y que se ha convertido en una pieza clave de la ofensiva.
A nivel de dirección técnica, Curazao también hizo historia con Dick Advocaat, el experimentado estratega neerlandés que guio al equipo a su primera Copa del Mundo. Con 78 años, no solo logró una hazaña inédita para la isla, sino que además podría convertirse en el director técnico más longevo en dirigir un Mundial.
Del otro lado, Haití tuvo un camino igualmente memorable al terminar primer lugar del Grupo C con 11 puntos, gracias a tres triunfos, dos empates y una derrota. Este resultado marcó el tan esperado regreso a una Copa del Mundo, algo que no ocurría desde hace 52 años, desde su histórica participación en Alemania 1974.

LOS LÍDERES DE HAITÍ
Entre las figuras haitianas destaca el arquero Johny Placide, un veterano que desde hace tiempo se consolidó como el líder y guardián indiscutible del arco. Junto a él sobresale Jean-Ricner Bellegarde, el número 10 del equipo y mediocampista del Wolverhampton de la Premier League, quien aporta desequilibrio, visión y calidad internacional.

El proyecto haitiano ha sido guiado por el francés Sébastien Migné, quien lleva poco más de un año al frente de la selección. A pesar de nunca haber pisado Haití debido a la crisis que atraviesa el país, logró construir un equipo competitivo que ha jugado como local en sedes neutrales, incluida Curazao, superando dificultades logísticas, deportivas y sociales.
Con estos resultados, Haití celebra su esperado retorno a la élite del futbol y Curazao se prepara para debutar por primera vez en el escenario más grande de todos. Dos historias distintas, un camino lleno de retos, pero una misma conclusión: el Caribe estará presente en la próxima Copa del Mundo.





