La transformación viene con todo: adiós a los taxis viejos y maltratados, y hola a unidades nuevas, con una cromática distinta, más seguras y, lo mejor, con conductores preparados para atender turistas que llegarán por miles al Mundial de 2026.
La jefa de Gobierno, Clara Brugada, encabezó el arranque del proceso de chatarrización de taxis y anunció que la nueva imagen de los vehículos se acompañará de capacitaciones especiales para los operadores, todo con miras al torneo que se jugará en México, Estados Unidos y Canadá.
“El objetivo es transformar el servicio de taxis en la Ciudad de México para que haya un transporte público eficiente y moderno en toda la Ciudad”, declaró.

Van por taxis eléctricos
Y eso no es todo. La capital también le apuesta a la electromovilidad:
- 120 mil pesos de apoyo para quien cambie su unidad por una nueva
- 150 mil si elige una unidad híbrida
- 200 mil pesos si elige un taxi eléctrico
“Buscamos acuerdos con empresas que venden autos eléctricos para que haya un mejor precio para los taxistas que deciden chatarrizar sus unidades”, explicó Brugada.

Taxis nuevos, imagen nueva
Aunque todavía no se revela cómo será el nuevo diseño de los taxis, Brugada aseguró que los nuevos vehículos contarán con otra cromática, y que se reforzarán las medidas de seguridad para proteger tanto a los pasajeros como a los conductores.
Por si fuera poco, los choferes que cambien sus unidades también serán parte de un programa de capacitación especial de cara al Mundial, donde aprenderán temas de servicio al turista y atención profesional.

Así funciona el proceso de chatarrización en la CDMX
El director general de Licencias y Operación del Transporte Vehicular, José Cáceres Fox, explicó paso a paso cómo se lleva a cabo este programa:
- Convocatoria: Se lanza para taxistas y concesionarios con requisitos específicos.
- Feria del Taxi: Las marcas automotrices ofrecen opciones de vehículos con crédito preferente.
- Selección: El conductor elige qué auto comprar, entrega documentos y se revisan.
- Aprobación: Una vez aprobado, se notifica al taxista y se concreta la compra.
- Chatarrización:
- Se drena la unidad: se retiran gasolina, aceite y residuos peligrosos.
- Se traslada a Ecatepec, donde una máquina aprieta, comprime y convierte el taxi en metal reciclado.
- El valor del metal va al fideicomiso del Gobierno; ningún funcionario ni taxista toca ese dinero.

“Esta última pieza todavía pasa al proceso a la chatarrizadora en Ecatepec, donde lo convierte en unos pedazos de metal y esos se pesan, se evalúan conforme el precio del hierro o del metal que sea, y ese recurso se deposita en el fidecomiso que tenemos del gobierno, o sea, no pasa por manos de nadie”, enfatizó Cáceres Fox.




