La tensión entre potencias nucleares se elevó a un nuevo nivel tras las declaraciones del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, quien este jueves ordenó comenzar de inmediato con pruebas del arsenal nuclear estadounidense, un paso que no se tomaba desde 1992.
“Debido a los programas de pruebas de otros países, he dado instrucciones al Departamento de Guerra para que comience a probar nuestras armas nucleares en igualdad de condiciones. Ese proceso comenzará de inmediato”, anunció el mandatario.
En un mensaje público, Trump aseguró que esta decisión se tomó como respuesta directa a recientes maniobras rusas y al avance militar chino. “Esto se logró, incluyendo una actualización y renovación completa de las armas existentes, durante mi primer mandato”, afirmó. Y agregó: “Odiaba hacerlo, ¡no tenía otra opción!”.

Estados Unidos vuelve a la carga nuclear
Desde hace más de tres décadas, Estados Unidos había detenido voluntariamente sus ensayos nucleares. La última prueba con explosivos se realizó en 1992. Aun así, el país ha mantenido activa su infraestructura de pruebas, principalmente en el Centro de Seguridad Nacional de Nevada, donde se realizarán estas nuevas pruebas.
Trump advirtió sobre el crecimiento del poder nuclear global: “Rusia ocupa el segundo lugar” en cuanto a armas nucleares y “China un distante tercero”. Pero también lanzó una advertencia: dentro de cinco años, según él, China estará a la par de Estados Unidos en capacidad armamentista.

La amenaza del dron Poseidón
Estas declaraciones se dieron poco después de que Vladimir Putin, presidente de Rusia, anunciara la prueba de un nuevo dron submarino nuclear llamado Poseidón, capaz de generar “tsunamis radiactivos”.
"Ayer se realizó otra prueba de otro sistema prometedor: el dispositivo submarino no tripulado 'Poseidón', también equipado con una unidad de energía nuclear", dijo Putin. Y advirtió: “No hay forma de interceptar” el dron y “ningún otro aparato en el mundo es igual a este por su velocidad y la profundidad a la que opera”.
El dron Poseidón, que será lanzado desde el submarino Belgorod, se considera una de las armas más avanzadas del arsenal ruso. Según medios oficiales, puede operar a más de un kilómetro de profundidad y a velocidades de hasta 70 nudos, eludiendo los sistemas de detección enemigos.

Rusia defiende su posición
Desde Moscú, el vocero presidencial Dmitri Peskov justificó las acciones rusas. “Si no existiera la amenaza que proviene de Europa, entonces, por supuesto, no serían necesarias medidas adicionales de defensa”, dijo en conferencia con la prensa.
Con ambos países endureciendo su postura y probando tecnología bélica cada vez más sofisticada, las tensiones de la Guerra Fría parecen haber regresado con fuerza, ahora bajo la sombra de drones nucleares y ensayos de alto impacto global.




