Elon Musk podría convertirse en el primer trillonario de la historia. El magnate sudafricano-estadounidense ganó la votación de los accionistas de Tesla que le otorgaría un paquete de acciones valorado en un billón de dólares, siempre y cuando cumpla una lista de ambiciosos objetivos operativos y financieros en la próxima década.
La propuesta fue aprobada por más del 75% de los accionistas en la junta anual celebrada en Austin, Texas. “Fantástico grupo de accionistas. Conserven sus acciones de Tesla”, dijo Musk tras conocer el resultado.

El camino al trillonario
La millonaria recompensa está condicionada a metas como aumentar el valor bursátil de Tesla casi seis veces, producir 20 millones de vehículos eléctricos y desplegar un millón de robots humanoides, lo que él ha calificado como un “ejército de robots”.
De lograrlo, Musk superaría incluso a John D. Rockefeller, considerado por el Libro Guinness como el estadounidense más rico de la historia con una fortuna de 630 mil millones de dólares en su punto más alto. Actualmente, Musk tiene una fortuna de 493 mil millones, según Forbes.

¿Y la empresa cómo va?
Aunque la votación fue una victoria, Tesla enfrenta tiempos difíciles. Las ventas, ganancias y cuota de mercado han caído, en parte por las polémicas declaraciones de Musk y su incursión en la política. Tan solo en Alemania, las ventas bajaron 50% el mes pasado.
Aun así, muchos accionistas lo ven como un genio visionario. Musk salvó a Tesla de la bancarrota hace seis años y la convirtió en una de las empresas más valiosas del planeta.

¿Todos están de acuerdo?
No. Fondos como CalPERS, el mayor fondo de pensiones de EE. UU., y el fondo soberano de Noruega se opusieron al plan, al igual que organizaciones como Glass Lewis e Institutional Shareholder Services, lo que llevó a Musk a llamarlos “terroristas corporativos”.
“Ya tiene cientos de miles de millones de dólares invertidos en la empresa, y decir que no se quedará sin un billón es ridículo”, afirmó el analista Sam Abuelsamid. “Es absurdo que los accionistas crean que vale tanto”.
Otros, como Dan Ives de Wedbush Securities, defendieron el incentivo: “Este capítulo de la IA necesita a una persona que lo lidere, y esa persona es Musk”.

Más poder, más control
Para Musk, el dinero no es el punto. Según dijo, la verdadera meta es duplicar su participación accionaria hasta casi el 30%, para tener más poder sobre Tesla y su futura “fuerza robótica”, que —advierte— podría representar un riesgo para la humanidad si cae en manos equivocadas.
En la misma junta se aprobaron otros puntos clave: Tesla podrá invertir en xAI (otra empresa de Musk) y se rechazó la propuesta para facilitar demandas de accionistas, manteniendo el requisito del 3% de participación mínima.





