La Iglesia católica tiene nuevo líder. Este 8 de mayo de 2025, los 133 cardenales reunidos en la Capilla Sixtina eligieron al Papa número 267 en la historia del catolicismo, en una jornada marcada por la solemnidad, la expectativa global y el recuerdo del pontífice saliente, Francisco, fallecido el pasado 21 de abril a los 88 años.
Pasadas las 10:00 horas tiempo local, el esperado humo blanco emergió de la chimenea de cobre colocada en la Capilla Sixtina, señal inequívoca de que la votación había llegado a un consenso. Inmediatamente, las campanas de Roma repicaron y miles de fieles congregados en la Plaza de San Pedro estallaron en aplausos y júbilo.
Elección tras cuatro rondas de votación
Luego de dos fumatas negras en las votaciones anteriores —que indicaban desacuerdo entre los cardenales—, fue en la cuarta votación del segundo día del cónclave cuando finalmente se alcanzó el mínimo requerido de dos tercios de votos para designar al nuevo pontífice.
El anuncio fue recibido con emoción por los fieles católicos, que siguieron minuto a minuto la ceremonia desde Roma y diversas partes del mundo. A través de transmisiones en vivo, miles esperaban la señal que confirmaría el fin del periodo de sede vacante iniciado tras la muerte del Papa Francisco.
Comienza una nueva era en el Vaticano
La elección del nuevo Papa marca el inicio de una nueva etapa para la Iglesia, que ahora enfrenta el reto de dar continuidad —o bien, redefinir— el legado progresista y pastoral de Jorge Mario Bergoglio, el primer Papa latinoamericano, quien durante más de una década impulsó reformas y un discurso de apertura en el Vaticano.
Se espera que en las próximas horas el nuevo Papa se asome al balcón central de la Basílica de San Pedro para pronunciar su primer mensaje, tras ser presentado con el tradicional “Habemus Papam”.
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