Maite Perroni decidió levantar la voz. Cansada de los comentarios sobre su cuerpo y su peso, la actriz y cantante usó su cuenta de Instagram para hablar de frente, con nombre, talla y kilos.
“Hola, soy Maite Perroni. Peso 72 kilos, y eso que no me han visto cuando pesaba 94. Nunca pensé que el tema de mi peso se volvería un tema tan relevante, mucho menos cuando en el mundo y en nuestro país evidentemente están pasando cosas que sí son importantes”, dijo en un video publicado en sus redes.

Con un tono sereno pero firme, la exRBD dejó claro que su energía está enfocada en lo que realmente importa: su vida personal.
"Mientras algunas personas están ocupadas en analizar mi cuerpo como si se tratara de dar un informe financiero, yo estoy viviendo mi presente. Estoy ocupada criando a mi hija, estoy viviendo mi vida real", expresó.

La violencia digital y el cuerpo como campo de batalla
La también actriz eligió no quedarse callada. Según explicó, tenía tres opciones: victimizarse, ignorar los ataques o abrir una conversación. Eligió la tercera.
Con eso, encendió un tema que muchas mujeres enfrentan todos los días: la presión por encajar en estereotipos, por cumplir expectativas físicas que no contemplan la maternidad, la edad ni los cambios normales de cualquier cuerpo.

“Vamos cambiando y vamos envejeciendo. Y yo por eso hoy decido abrazar mi cuerpo y agradecerle por haberme traído hasta aquí, por darme la fuerza para dar vida y poder atravesar todos los procesos y cambios y transformaciones que eso conlleva. Y eso me hace hoy sentirme mucho más real y más feliz”, agregó.
Abrazar el cuerpo, la vida y los procesos
El discurso de Maite no solo fue una defensa personal, sino una invitación a cambiar la narrativa. La artista dejó claro que cada cuerpo tiene una historia y que el suyo le ha dado la fuerza para crecer, para ser madre y seguir adelante.

“El verdadero valor personal no nace de la mirada ajena, sino del amor propio y la autenticidad con la que se decide vivir”, reflexionó.
Pese a las críticas, Maite aseguró que continuará viviendo con gratitud, con amor, con aceptación. Porque mientras internet opina, ella simplemente vive sin que las críticas le afecten en lo más mínimo.




