A través de redes sociales se viralizó una convocatoria que llama a la Generación Z a manifestarse el próximo 15 de noviembre en el Ángel de la Independencia, en la Ciudad de México, para exigir cambios en el rumbo político y social del país. La marcha concluirá en el Zócalo capitalino y busca visibilizar las demandas de una generación que se considera harta de la corrupción, la inseguridad y la impunidad.

La Generación Z está conformada por jóvenes nacidos entre 1997 y 2012, quienes se han caracterizado a nivel mundial por alzar la voz frente a la desigualdad y promover la participación ciudadana a través de las plataformas digitales.

¿Qué pide la Generación Z en México?
De acuerdo con la convocatoria compartida en redes sociales, el movimiento exige un México más justo, seguro y libre de corrupción, en el que las decisiones del Gobierno realmente respondan a las necesidades de los ciudadanos.
Entre sus principales demandas se encuentran:
Mejorar la seguridad pública.
Poner fin a la impunidad.
Garantizar la transparencia en el uso de los recursos públicos.
Ampliar las oportunidades laborales para los jóvenes.
Fomentar la participación activa sin manipulación política.
Los organizadores afirman que no existe vínculo con ningún partido o corriente política y que su objetivo es expresar el hartazgo y deseo de cambio de los jóvenes mexicanos.

“No somos los organizadores, pero respaldamos la manifestación”
En un comunicado difundido por la cuenta @somosgeneracionzmx, el grupo aclaró que no son los organizadores de la marcha, aunque respaldan toda manifestación ciudadana que nazca del hartazgo legítimo.
“Reiteramos que no somos los organizadores de dicha marcha, pero sí respaldamos toda manifestación ciudadana que nazca del hartazgo legítimo y del deseo de un México más justo, seguro y libre de corrupción”, se lee en su publicación.

La convocatoria de la Generación Z ha generado debate sobre el papel de los jóvenes en la vida pública de México. Aunque algunos sectores cuestionan su origen, el movimiento evidencia un deseo genuino de participación y cambio por parte de una generación que no se conforma con ser espectadora del rumbo del país.




