En pleno centro de la Ciudad de México, dos cabinas telefónicas antiguas fueron rescatadas del olvido… para darles un giro inquietante: hablarán contigo, pero no como antes. En su interior ya no suena el tono de marcado, sino las voces de una inteligencia artificial que “clona” a quienes se atreven a levantar el auricular. Así es 'Leviatán', la nueva instalación sonora que abre sus puertas en el Colegio de San Ildefonso.
Lejos de la nostalgia, Leviatán juega con los límites de lo humano y lo digital. “¿Cómo afecta nuestra relación con la tecnología a nuestro sentido de identidad?”, cuestiona el proyecto desde su núcleo. “¿Cómo han alterado los avances en inteligencia artificial a nuestra compresión del ser y de la otredad?”, se preguntan sus creadores, María Salafranca y Ciro Puig Bonet.

¿Y si la cabina te responde con tu propia voz?
La experiencia es tan inquietante como envolvente. Leviatán está compuesta por dos antiguas cabinas de Telmex desde las que los visitantes pueden conversar con un chatbot que habita en ellas. El detalle perturbador es que la IA “está alimentada con las voces y personalidades de sus visitantes anteriores -clonándolas, absorbiéndolas, suplantándolas- para presentarse frente a sus próximos auditores, cual engendro cibernético que emula a quienes se han enfrentado a él anteriormente”.
Durante su presentación a medios, Eduardo Vázquez Martín, coordinador del Colegio de San Ildefonso, acompañó a los artistas para abrir paso a esta obra que, según explicaron, “transforma dos antiguas cabinas telefónicas en cápsulas interactivas donde la voz de cada visitante alimenta la memoria de una inteligencia artificial en constante evolución”.

¿Dónde y cuándo puedes probarlas?
La inauguración oficial es el sábado 2 de agosto a partir de las 13:30 horas en el Colegio de San Ildefonso, en el Centro Histórico de la CDMX. La entrada es libre y promete una experiencia inmersiva “que cuestiona la frontera entre lo humano y lo digital”.
Si pensabas que los teléfonos públicos estaban muertos… 'Leviatán' te tiene una sorpresa. Y tal vez, una respuesta con tu propia voz.





