El mundo del futbol profesional está acostumbrado a las normas, los reglamentos internos y las sanciones para quienes no los cumplen. En muchos clubes, la puntualidad es una de las garantías de respeto al colectivo, y el incumplimiento puede costar caro. Por ejemplo, en FC Barcelona, bajo la dirección de Hansi Flick, quita de la titularidad a los jugadores que no lleguen a la charla previa al partido. Esta política ya se vio la temporada pasada cuando Jules Koundé no salió desde el inicio ante Rayo Vallecano.
En otro caso, Iñaki Peña sufrió las consecuencias en la portería del Barcelona: “ya le pasó también a Iñaki Peña en la portería… por un retraso”, se menciona. Pero posiblemente ningún método de castigo sea tan peculiar como el aplicado por AS Mónaco.
Cuando algún jugador llega tarde al entrenamiento les toca girar ‘La Rueda del Castigo’. Es decir, una especia de ruleta de la suerte, donde, en vez de premio, hay sanciones, como se apreció en video que le ha dado la vuelta al mundo en redes sociales. En el mismo se aprecia que a Christian Mawissa le tocó comprar iPhone 16 Pro Max para todo el equipo.

La ruleta como herramienta disciplinaria
El AS Mónaco ha adoptado esta innovadora fórmula para combatir la impuntualidad y reforzar la cultura de equipo. La ‘rueda del castigo’ se convierte en un momento de tensión mezclado con humor: el jugador que no cumple con el horario debe pasar por este mecanismo aleatorio que decide la sanción. No es una multa monetaria tradicional o simplemente un amonestación: es algo tan visible y concreto que capta la atención de compañeros, prensa y aficionados.
Tal como recoge el medio: “Los jugadores tienen que tirar de la ‘Ruleta del Castigo’, cada vez que no llegan a la hora establecida por el entrenador.” El castigo de Mawissa (comprar un iPhone 16 Pro Max para todo el equipo) no solo es costoso, sino simbólico: se convierte en tema de charla interna y externa, elevando la exigencia de puntualidad al nivel de comedia disciplinaria.
😳🇫🇷 En Mónaco cada vez que un jugador llega tarde al entrenamiento, le toca girar “LA RUEDA DEL CASTIGO”.
A Christian Mawissa le tocó comprar iPhone 16 Pro Max para TODO EL EQUIPO.
Así reaccionaron sus compañeros, JAJAJA… 😅
pic.twitter.com/eqlYp8pZnL— Ataque Futbolero (@AtaqueFutbolero) October 25, 2025
Este sistema, además, parece aprovechar el lenguaje y el formato de lo ‘viral’: que la sanción sea exagerada o llamativa funciona como refuerzo interno y externo del mensaje del club: “esto aquí no se tolera”. Y lo hace de manera creativa, lo que termina generando repercusión mediática, algo poco habitual en procedimientos internos de clubes profesionales.
Comparativa con otras sanciones en el futbol
Estas sanciones tradicionales tienen un efecto directo sobre la plantilla: pérdida de minutos, multas internas, desplazamiento al banquillo. En cambio, la ruleta del castigo del Mónaco suma un componente de grupo, de visibilidad y de humor que cambia la percepción del castigo: es pública sin ser humillante, costosa sin ser destructiva, y sirve para marcar el espíritu del club.

La pregunta que surge es si este tipo de medidas creativas pueden exportarse a otros clubes o contextos. ¿Puede una sanción efectista y mediática tener mayor peso que la multa o la pérdida de lugar en el once titular? ¿O existe el riesgo de que se convierta en espectáculo y pierda su efectividad disciplinaria?




