Charles Leclerc, piloto de Ferrari en la Fórmula 1, llegó al Gran Premio de México 2025 no solo con la determinación de sumar puntos valiosos en el campeonato, sino también acompañado de una figura que, sin subirse al monoplaza, logra atraer todas las miradas del paddock: Alexandra Saint Mleux, su novia.
Pero este fin de semana en la Ciudad de México tuvo un matiz distinto, uno que conectó directamente con la historia familiar de Alexandra y con las raíces culturales que la acompañan desde su infancia. Aunque originaria de Beaulieu-sur-Mer, Francia, la influencer de 23 años nació en el seno de una familia multicultural.

Su padre, de ascendencia suiza, le inculcó la disciplina y el gusto por el arte europeo, mientras que su madre, originaria de Cancún, Quintana Roo, le transmitió el color, la calidez y el orgullo de la cultura mexicana. Una mezcla que hoy define no solo su identidad personal, sino también su estilo y presencia pública.
La conexión de Charles Leclerc con México
Durante la conferencia previa al Gran Premio, el piloto monegasco no dudó en reconocer lo especial que resulta para él competir en México. “Obviamente, mi novia es mitad mexicana. Su madre es de Cancún, y he pasado bastantes de mis vacaciones, especialmente durante Navidad, aquí en México".

"Es una cultura y un país que me gustan mucho. La comida también es muy buena… Tengo que controlarme durante el fin de semana”, confesó entre risas el piloto de Ferrari, quien este domingo largará desde la segunda posición y buscará quitarle la victoria a Lando Norris.
¿Cómo rindió homenaje Alexandra a Frida Kahlo?
En su llegada al Autódromo Hermanos Rodríguez, Alexandra sorprendió con un look que desató comentarios y aplausos en redes sociales. Inspirada en Frida Kahlo, ícono mundial del arte y la identidad mexicana, lució un vestido blanco estilo boho, acompañado de un bolso en forma de corazón de la marca JW Pei, modelo Maren Artificial Crystal Heart Shaped Bag.

Su elección no fue casual: el atuendo evocaba la libertad creativa y el espíritu rebelde de Kahlo, reinterpretado desde la perspectiva de una joven europea con alma latina. El detalle que más llamó la atención fue la manera en que combinó la elegancia contemporánea con pequeños guiños a la estética tradicional mexicana: flores en el cabello, tonos cálidos y accesorios artesanales.
Durante todo el fin de semana, Alexandra llegó al Deportivo de Magdalena Mixhuca acompañada de su mascota, Leo. Sin embargo, para la jornada del domingo apostó por un atuendo más sencillo, con un vestido ceñido, de un brillante color rosa mexicano, que también remite a las tradiciones aztecas.





