REDACCIÓN RÉCORD
La ex leyenda de Inglaterra, Paul Gascoigne, espera que su pasión por el arte de los tatuajes logre desterrar los demonios de la bebida que casi le costo la vida a principios de este año.
Gazza, de 46 años, posó con su último entintado -unas manos orando, en el antebrazo derecho, en honor a su padre John- pues dice que es la única persona que "conoce el verdadero Gazza".
"Me retiro de alcohol. Estoy haciéndome tatuajes porque los amo y no tengo nada más que hacer", dijo.
Ayer estaba haciéndose un retrato de su hijastra Bianca, de 26 años, en el salón de tatuajes Bournemouth.
"Preferimos tenerlo aquí que en el bar, bebiendo hasta la muerte", dijo el propietario, Jay Austin.
El periódico inglés The Sun lanzó una campaña en julio para solicitar ayuda en los bares y que no le sirvieran al jugador, luego de una borrachera de cinco días.
Eso siguió a un período en una clínica de rehabilitación de Arizona, en febrero.




