El AEL Limassol rescató un empate sin goles en su visita al Olympiacos Nicosia, en un duelo correspondiente a la liga de Chipre que careció de emociones, pero que dejó sensaciones encontradas para el conjunto visitante y para Memo Ochoa, quien tuvo una tarde relativamente tranquila bajo los tres palos.

Tras los primeros 15 minutos, el AEL comenzó a asentarse mejor en la cancha y a manejar ligeramente más la posesión del balón, mostrando superioridad ante un rival que lucha en la parte baja de la tabla. Memo Ochoa apenas fue exigido con disparos lejanos que no representaron mayor peligro para su portería.
Con el paso de los minutos, el encuentro entró en un bache futbolístico. Después de los primeros 25’, ninguno de los dos equipos logró imponer condiciones claras, y el juego se vio constantemente interrumpido por faltas, situación que obligó al árbitro a mostrar varias tarjetas amarillas durante la primera mitad.

Un primer tiempo trabado y sin emociones
El AEL, consciente de su condición de visitante, no veía con malos ojos el empate momentáneo y optó por replegarse, esperando algún error del rival para generar peligro al contragolpe. Bajo este contexto, Memo Ochoa vivía una tarde tranquila en Chipre, con pocas acciones de riesgo en su área.
Los minutos siguieron avanzando sin cambios significativos en el desarrollo del partido. Cerca del descanso, el marcador permanecía 0-0, un resultado que no era del todo negativo para el AEL, aunque tampoco le ayudaba demasiado en sus aspiraciones dentro del torneo.
Al término de los primeros 45 minutos, el silbatazo del árbitro confirmó el empate sin goles, reflejo fiel de un primer tiempo carente de claridad ofensiva y con exceso de interrupciones.

¿Por qué el AEL no aprovechó la ventaja numérica?
Para el arranque del segundo tiempo, el Olympiacos Nicosia intentó adelantar líneas y presionar un poco más, pero la defensa del AEL respondió con orden, neutralizando cualquier intento de peligro sobre la portería defendida por Memo Ochoa.
El punto de quiebre llegó al minuto 63’, cuando Injgia, jugador del Olympiacos, fue expulsado tras recibir su segunda tarjeta amarilla. Con un hombre más en la cancha, todo parecía indicar que el AEL Limassol tenía el escenario ideal para buscar la victoria como visitante.
Sin embargo, pese a los cambios realizados al minuto 74’ para refrescar el ataque, el AEL careció de contundencia. Los minutos finales transcurrieron sin grandes acciones ofensivas y, tras cumplirse los 90 minutos, el marcador se mantuvo en un insípido 0-0, sellando un empate que dejó más dudas que certezas para ambas escuadras.





