El Coliseum se convierte en uno de los escenarios más atractivos de la jornada 13 de LaLiga. Los Azulones reciben al Atleti en un partido con sabor a examen para ambos: uno quiere volver a la élite europea y el otro necesita sostener el pulso por el título.
El Atlético de Madrid llega con la obligación de sumar. Con el Real Madrid escapado en la punta, los rojiblancos están a seis unidades del liderato y no pueden permitirse resbalones si quieren mantenerse en la pelea. Cada punto vale oro, y más aún lejos de casa, donde su rendimiento ha dejado sensaciones mixtas en las últimas semanas.
Getafe vive un presente ambicioso. El equipo coquetea con las posiciones de clasificación a la UEFA Europa League, un objetivo que no alcanza desde la temporada 2019/20 y que hoy se percibe como una posibilidad real. El proyecto azulón ha mostrado regularidad, intensidad y un estilo competitivo capaz de poner en aprietos a cualquiera en su estadio.
El antecedente inmediato de ambos conjuntos marca un contraste emocional: el Atleti viene de un sólido triunfo por 3-1 ante el Levante, mientras que el Getafe llega tras caer 1-0 frente al Mallorca en un partido que dejó dudas ofensivas. Sin embargo, la localía del Coliseum suele equilibrar cualquier diferencia previa.
Un duelo reciente que aún pesa en la memoria
La última vez que se vieron las caras, el 9 de marzo de 2025, Getafe sorprendió al imponerse 2-1 con un doblete de Mauro Arambarri. Sorloth abrió el marcador para los rojiblancos, pero el uruguayo lideró una remontada que todavía recuerdan con orgullo los Azulones.
El Atleti encara el partido con la necesidad de imponer su estilo: presión alta, transiciones rápidas y la contundencia que ha caracterizado al equipo en sus mejores etapas. El desafío será mantener la concentración ante un rival que se crece en casa y que suele proponer un partido friccionado, incómodo y muy táctico.
Para Getafe, la clave pasa por repetir la receta que le ha dado resultados en su estadio: solidez defensiva, orden y ataques directos aprovechando los espacios que pueda dejar el visitante. El equipo sabe que vencer al Atleti puede ser un golpe sobre la mesa en sus aspiraciones europeas y un impulso moral ante una afición que sueña con volver a las noches continentales.




