La institución fundada en enero de 1913, Independiente Rivadavia de Mendoza, vive un momento que marca un antes y un después en su historia deportiva. Después de más de un siglo de existencia sin alzar un título de Primera División, el club alcanza por fin la gloria mayor con la conquista de la Copa Argentina 2025. La emoción es tan grande como inesperada: la “Lepra” se convierte en campeón absoluto tras una Final memorable ante Argentinos Juniors.

Ese logro no sólo representa un trofeo, sino también un pase directo a la élite continental. Su acceso por primera vez en su historia a la Fase de Grupos de la Copa Libertadores 2026 le abre una nueva dimensión al club y al futbol de Mendoza, que hasta ahora no tenía un campeón de élite en la estructura de la Asociación del Futbol Argentino (AFA).
Mientras tanto, el equipo de La Paternal —Argentinos Juniors— queda como subcampeón de una Final apasionante, pero resigna la posibilidad de llevarse el trofeo y, con ello, transforma la noche en una oportunidad perdida. Aun así, el impacto de lo sucedido recae principalmente sobre la Lepra mendocina, que impone un nuevo capítulo en su historia.

El escenario y la Final que escribieron con mayúsculas
El Estadio Juan Domingo Perón de Córdoba (también conocido como Monumental de Instituto) fue testigo de una Final cargada de dramatismo, entrega y suspense. En ese recinto, Independiente Rivadavia y Argentinos Juniors se enfrentaron con mucho en juego: el trofeo de la Copa Argentina, prestigio nacional y un cupo directo a la Libertadores.
Desde el arranque, la emoción fue latente. A los 8 minutos, Álex Arce aprovechó un despiste del arquero Sergio ‘Chiquito’ Romero para abrir el marcador con un frentazo cruzado. Luego, cuando el partido parecía asentarse, el rival empeoró su situación: Maximiliano Amarfil vio la segunda amarilla antes de que finalizara el primer tiempo, dejando a Argentinos en inferioridad numérica.
El segundo tiempo no bajó la intensidad. A los 62 minutos, Matías Fernández marcó el 2-0 tras una magnífica transición conducida por Sebastián Villa. Pero la adrenalina continuó: con nueve jugadores tras la expulsión de Alejo Osella en la Lepra, y el tanto del descuento de Alan Lescano, los nervios ascendieron. Finalmente, con el 2-2 sobre la hora agregada, la definición se fue a los penales.
La tanda de penales terminó 5-3 a favor de Rivadavia, con atajadas clave del arquero Gonzalo Marinelli y la ejecución final de Villa. Así se consumó un título que desafía cualquier pronóstico previo.

Un hito para Mendoza y el futbol argentino
Con este triunfo, Independiente Rivadavia logra el primer título de su historia en la máxima categoría de la AFA —el primer campeonato absoluto— lo cual constituye un momento histórico tanto para el club como para la región de Mendoza.
Además, el hecho de que ascienda un equipo de provincia a la conquista de un torneo de élite pone de relieve la descentralización del poder futbolístico en Argentina. No sólo los clubes porteños o de grandes centros urbanos pueden mirar hacia lo más alto: Mendoza escribe su nombre entre los grandes con este logro.
El premio adicional no es menor: la clasificación directa a la fase de grupos de la Copa Libertadores 2026. Con ello, la Lepra mendocina se mete por primera vez en el plano internacional absoluto, con todo lo que eso implica en visibilidad, recursos y proyección institucional.





