En un panorama donde la doble nacionalidad a menudo genera dilemas en el futbol, el joven talento del Real Salt Lake, Diego Luna, ha sido claro y contundente sobre su elección de representar a la Selección de Estados Unidos. A pesar de sus fuertes raíces mexicanas, el mediocampista ofensivo nunca consideró seriamente vestir la camiseta del Tri, decantándose por el país donde creció y que, según sus palabras, le brindó todas las oportunidades.

Luna, quien se perfila como uno de los rostros importantes en el futuro del 'Team USA', explicó que la decisión fue simple, a pesar de que sus padres son originarios de Michoacán, México.
"Mis padres son de Michoacán, México, pero nací en California. Crecí con raíces mexicanas, aunque he vivido toda mi vida en EE.UU. Fue fácil elegir jugar por este país, porque me ha dado todas las oportunidades," declaró el atacante.
Crecido y formado en Estados Unidos
Al crecer enteramente en California, Luna se identifica más con la cultura de los Estados Unidos. Esta conexión, sumada a las oportunidades de desarrollo futbolístico que le ofreció el país, inclinó la balanza de manera definitiva.

Es importante destacar que, a diferencia de otros casos de "mexicoamericanos" o "doble nacionalidad", el escenario de jugar para México nunca estuvo realmente cerca para Luna. El jugador ha realizado todo su proceso de selecciones menores con Estados Unidos, pasando por las categorías Sub-16 hasta la mayor, consolidando su compromiso con el país de las barras y las estrellas desde sus inicios.
No se avergüenza de ser mexicano
A pesar de su firme elección, Luna quiso aclarar que su decisión no implica un rechazo o vergüenza de su herencia.
"Eso no significa que me avergüence de ser mexicano; simplemente tuve que tomar una decisión", afirmó.





