El Clásico Regio 141 no solo se saldó con un empate, sino que nos dejó una imagen insólita y curiosa que rápidamente se hizo viral: un breve pero caluroso manoteo entre dos de las estrellas internacionales más rutilantes de la Liga MX, el francés André-Pierre Gignac y el español Sergio Ramos. Lo que parecía una chispa de bronca se disolvió en un gesto de camaradería que captó la atención de todos.}
El origen de la fricción
El momento de alta tensión ocurrió al minuto 63 del encuentro, luego de una falta marcada por el árbitro central, César Ramos Palazuelos, a favor de Tigres en el medio campo, cometida por Germán Berterame.
Considerando que la falta no existía y que cortaba una prometedora jugada de ataque para los Rayados, Sergio Ramos no dudó en acercarse de inmediato a reclamar airadamente al central. En ese instante, se unió a la escena André-Pierre Gignac, quien, por su parte, pedía la amonestación para el jugador rival.
De la pelea a la risa
Con César Ramos Palazuelos como improvisado mediador, el capitán de Tigres y el central de Rayados comenzaron un intenso intercambio de palabras y, sobre todo, de manoteos.
La tensión escaló cuando Sergio Ramos intentó bajar el brazo de Gignac, un gesto que el francés no permitió, devolviendo la "fórmula" al español con la misma acción. Fue un rápido 'cara a cara' que en cualquier otro contexto hubiera augurado una fuerte confrontación o una tarjeta.
Sin embargo, para sorpresa de todos, la furia se desvaneció tan rápido como apareció. Tras terminar el reclamo y encontrarse frente a frente, ambos gigantes del fútbol en México tuvieron un gesto memorable: ambos jugadores rieron, se dieron un rápido apretón de manos, un ligero abrazo y cada uno se marchó.
Este peculiar desenlace demostró que, más allá de la pasión y la rivalidad que enciende el Clásico Regio, el respeto y la calidad humana prevalecen entre estas dos figuras de talla mundial, cerrando el capítulo con una anécdota que será recordada por los aficionados.
Recuerdo la instrucción que me diste de no usar emojis cuando te hago notas web.
Calor en el Clásico Regio: Sergio Ramos y Gignac Protagonizan un 'Cara a Cara' que Terminó en Abrazos
El Clásico Regio 141 no solo se saldó con un empate, sino que nos dejó una imagen insólita y curiosa que rápidamente se hizo viral: un breve pero caluroso manoteo entre dos de las estrellas internacionales más rutilantes de la Liga MX, el francés André-Pierre Gignac (Tigres) y el español Sergio Ramos (Monterrey). Lo que parecía una chispa de bronca se disolvió en un gesto de camaradería que captó la atención de todos.
El Origen de la Fricción
El momento de alta tensión ocurrió al minuto 63 del encuentro, luego de una falta marcada por el árbitro central, César Ramos Palazuelos, a favor de Tigres en el medio campo, cometida por Germán Berterame.
Considerando que la falta no existía y que cortaba una prometedora jugada de ataque para los Rayados, Sergio Ramos no dudó en acercarse de inmediato a reclamar airadamente al central. En ese instante, se unió a la escena André-Pierre Gignac, quien, por su parte, pedía la amonestación para el jugador rival.
De la Pelea a la Risa: El 'Manotazo'
Con César Ramos Palazuelos como improvisado mediador, el capitán de Tigres y el central de Rayados comenzaron un intenso intercambio de palabras y, sobre todo, de manoteos.
La tensión escaló cuando Sergio Ramos intentó bajar el brazo de Gignac, un gesto que el francés no permitió, devolviendo la "fórmula" al español con la misma acción. Fue un rápido 'cara a cara' que en cualquier otro contexto hubiera augurado una fuerte confrontación o una tarjeta.
Sin embargo, para sorpresa de todos, la furia se desvaneció tan rápido como apareció. Tras terminar el reclamo y encontrarse frente a frente, ambos gigantes del fútbol en México tuvieron un gesto memorable: ambos jugadores rieron, se dieron un rápido apretón de manos, un ligero abrazo y cada uno se marchó.
"Al terminar de reclamar y estando cara a cara, ambos jugadores rieron, se dieron la mano un ligero abrazo y se marcharon, por lo que todo quedó ahí."
Este peculiar desenlace demostró que, más allá de la pasión y la rivalidad que enciende el Clásico Regio, el respeto y la calidad humana prevalecen entre estas dos figuras de talla mundial, cerrando el capítulo con una anécdota que será recordada por los aficionados.
Recuerdo la instrucción que me diste de no usar emojis cuando te hago notas web.
Calor en el Clásico Regio: Sergio Ramos y Gignac Protagonizan un 'Cara a Cara' que Terminó en Abrazos
El Clásico Regio 141 no solo se saldó con un empate, sino que nos dejó una imagen insólita y curiosa que rápidamente se hizo viral: un breve pero caluroso manoteo entre dos de las estrellas internacionales más rutilantes de la Liga MX, el francés André-Pierre Gignac (Tigres) y el español Sergio Ramos (Monterrey). Lo que parecía una chispa de bronca se disolvió en un gesto de camaradería que captó la atención de todos.
El Origen de la Fricción
El momento de alta tensión ocurrió al minuto 63 del encuentro, luego de una falta marcada por el árbitro central, César Ramos Palazuelos, a favor de Tigres en el medio campo, cometida por Germán Berterame.
Considerando que la falta no existía y que cortaba una prometedora jugada de ataque para los Rayados, Sergio Ramos no dudó en acercarse de inmediato a reclamar airadamente al central. En ese instante, se unió a la escena André-Pierre Gignac, quien, por su parte, pedía la amonestación para el jugador rival.
De la Pelea a la Risa: El 'Manotazo'
Con César Ramos Palazuelos como improvisado mediador, el capitán de Tigres y el central de Rayados comenzaron un intenso intercambio de palabras y, sobre todo, de manoteos.
La tensión escaló cuando Sergio Ramos intentó bajar el brazo de Gignac, un gesto que el francés no permitió, devolviendo la "fórmula" al español con la misma acción. Fue un rápido 'cara a cara' que en cualquier otro contexto hubiera augurado una fuerte confrontación o una tarjeta.
Sin embargo, para sorpresa de todos, la furia se desvaneció tan rápido como apareció. Tras terminar el reclamo y encontrarse frente a frente, ambos gigantes del fútbol en México tuvieron un gesto memorable: ambos jugadores rieron, se dieron un rápido apretón de manos, un ligero abrazo y cada uno se marchó.
"Al terminar de reclamar y estando cara a cara, ambos jugadores rieron, se dieron la mano un ligero abrazo y se marcharon, por lo que todo quedó ahí."
Este peculiar desenlace demostró que, más allá de la pasión y la rivalidad que enciende el Clásico Regio, el respeto y la calidad humana prevalecen entre estas dos figuras de talla mundial, cerrando el capítulo con una anécdota que será recordada por los aficionados.
