En un duelo divisional que comenzó parejo y se transformó en una exhibición de poder defensivo, los Pittsburgh Steelers (34) se llevaron una contundente victoria sobre los Cincinnati Bengals (12), a pesar de la preocupante lesión sufrida por su mariscal de campo estelar, Aaron Rodgers.

El encuentro en Pittsburgh inició con el pie derecho para el equipo local. Aaron Rodgers lideró la primera serie ofensiva y conectó un pase de touchdown con Gainwell, poniendo el 7-0 en el marcador. Los Bengals respondieron de inmediato con un TD (Flacco a Higgins) pero fallaron la conversión de dos puntos, dejando la pizarra 7-6.
La primera mitad se mantuvo como una batalla de trincheras, con ambos equipos sumando solo un gol de campo más, para un marcador de 10-6 al medio tiempo a favor de Pittsburgh.
Sin embargo, el guion del partido dio un giro drástico al comienzo del tercer cuarto. Tras un gol de campo de los Bengals que redujo la ventaja a 10-9, la afición contuvo la respiración cuando el QB Aaron Rodgers salió lesionado del emparrillado (3Q - 10:57). Mason Rudolph tomó los controles de la ofensiva en un momento crítico.

A partir de la lesión de Rodgers, el partido se convirtió en un monólogo de la defensiva de los Steelers, que cargó con el peso de la victoria.
Tras un gol de campo (13-9), el momento clave llegó en el cierre del tercer cuarto: la defensiva de Pittsburgh interceptó un pase para un dramático Pick Six (TD), ampliando la ventaja a 20-9 y desmoralizando a los Bengals.
Aunque Cincinnati intentó mantenerse en la pelea con un gol de campo en el último cuarto (20-12), los Steelers no permitieron una remontada. Primero, la ofensiva, liderada por Rudolph, sentenció el juego con un touchdown que puso el 27-12 en el marcador (4Q - 04:41).

La estocada final, y la confirmación de la paliza, llegó de nuevo por la unidad defensiva. Un "Fumble Six" (TD) selló una actuación monumental, elevando la ventaja a un inalcanzable 34-12 y asegurando la victoria para los Steelers.




