En la actualidad, cargar el celular se ha vuelto una acción primordial, tanto como respirar y comer. Sin embargo, un detalle aparentemente insignificante en este proceso podría dañar tu equipo y, peor aún, comprometiendo tu seguridad. ¡Te contamos los detalles!

El error que cometes al cargar el celular
Millones de personas al día, enchufan sus celulares sin pensar en el orden en que lo hacen. Pero la elección entre conectar primero el cargador al tomacorriente o al dispositivo puede marcar la diferencia entre un uso seguro y una sobrecarga peligrosa.
Expertos en tecnología advierten que conectar primero el cargador a la corriente eléctrica puede provocar un pequeño pico de energía. En cargadores originales, este pico suele ser contenido gracias a mecanismos internos de seguridad. Sin embargo, cuando se utilizan cargadores genéricos, esta variación de voltaje puede pasar directamente al celular, ocasionando sobrecalentamiento y daños internos.

¿Cuál es el orden correcto para evitar daños?
Especialistas aseguran que la forma correcta de cargar el celular es conectar primero el cable al dispositivo y después enchufarlo a la toma de corriente . Este orden permite que el equipo esté preparado para recibir la corriente, minimizando los riesgos de picos de energía inesperados. Además, es fundamental evitar el uso de cargadores que no sean originales, estos dispositivos carecen de reguladores de voltaje y protecciones internas necesarias para garantizar una carga segura.
Aunque este tipo de cargadores parecen ser una buena opción por su bajo costo, a largo plazo representan un riesgo para el teléfono móvil como para el usuario.

Consejos para una carga segura
-Utiliza siempre cargadores originales o certificados por el fabricante
-Conecta primero el cargador al celular y luego a la corriente
-Evita cargar tu equipo en lugares húmedos o cerca de fuentes de calor
-No dejes el celular conectado durante la noche si no es necesario
Cargar el celular correctamente puede alargar su vida útil, prevenir accidentes y proteger tu bolsillo. Un pequeño cambio de tu rutina puede hacer la diferencia.




