Ovidio Guzmán López, conocido como “El Ratón” e hijo de Joaquín “El Chapo” Guzmán, se declaró culpable este viernes 11 de julio ante la Corte de Distrito Norte de Illinois, en Estados Unidos. Durante la audiencia, aceptó cuatro cargos relacionados con narcotráfico y delincuencia organizada, además de comprometerse a pagar 80 millones de dólares como parte del acuerdo judicial.
Vestido con overol naranja, encadenado de pies y con una voz que se tornaba temblorosa por momentos, el joven capo confesó su participación como líder en la estructura del Cártel de Sinaloa. “El Ratón” admitió haber operado una red criminal dedicada al tráfico de fentanilo y otras sustancias hacia Estados Unidos, delito que podría costarle la cadena perpetua.

Un giro en el caso tras su extradición
La audiencia fue presidida por la jueza Sharon Coleman en el juzgado federal Dirksen, ubicado en el centro de Chicago. Aunque inicialmente se había declarado inocente tras su extradición en 2023, Ovidio Guzmán cambió su declaración en los últimos meses, lo que habría sido clave para llegar a un acuerdo con las autoridades estadounidenses.
“El Ratón” forma parte del grupo conocido como “Los Chapitos”, una facción del Cártel de Sinaloa que se caracterizó por operar sin seguir las reglas que alguna vez impuso su padre. Analistas consideran que esta admisión de culpa podría facilitar los procesos judiciales en curso contra otros miembros del cártel.

Contexto: El legado de “El Chapo”
Joaquín “El Chapo” Guzmán, padre de Ovidio, cumple actualmente una sentencia de cadena perpetua en Estados Unidos tras ser hallado culpable en 2019 por traficar toneladas de drogas durante más de 25 años. Sus hijos supuestamente asumieron el liderazgo del cártel tras su captura y extradición.
En paralelo, otros líderes como Joaquín Guzmán López y Ismael “El Mayo” Zambada también fueron detenidos en julio de 2024 en Texas, luego de aterrizar en un avión privado. Ambos se han declarado inocentes y se espera que sus audiencias continúen en los próximos meses. La de Joaquín fue reprogramada para el 15 de septiembre.

La captura de estos líderes ha desatado episodios de violencia en el estado de Sinaloa, donde diversas facciones del cártel se disputan el control. Las autoridades mexicanas han reforzado su presencia en la región, mientras continúa la cooperación binacional en el combate al narcotráfico.
El proceso de Ovidio Guzmán sigue siendo uno de los más relevantes del momento y podría marcar un punto de quiebre en la operación del Cártel de Sinaloa, una de las organizaciones criminales más poderosas de América Latina.




