Una madrugada de terror vivió Ucrania luego de que Rusia lanzara un megaataque simultáneo con 653 drones y 51 misiles, impactando infraestructura crítica en al menos 29 puntos del país.
Las consecuencias fueron inmediatas: miles sin calefacción, sin agua, transporte ferroviario paralizado y civiles heridos, según reportes de autoridades ucranianas. La ofensiva incluyó misiles de alta precisión como los Kh-47M2 Kinzhal, Kalibr, Iskander-K y Kh-101, además de una oleada masiva de drones Shahed, de los cuales 585 fueron interceptados por la Fuerza Aérea de Ucrania.

“Los principales objetivos de estos ataques, una vez más, fueron instalaciones energéticas. El objetivo de Rusia es infligir sufrimiento a millones de ucranianos”, denunció el presidente Volodimir Zelensky.
Impacto directo en la vida civil
De acuerdo con Oleksiy Kuleba, ministro de Restauración, “Rusia sigue golpeando sistemáticamente ciudades, instalaciones energéticas y rutas logísticas”, lo cual dejó a 34 mil personas sin agua potable y a 9,500 sin calefacción en la región de Odessa.

La situación es crítica en regiones como Cherníguiv, Zaporiyia, Leópolis y Dnipropetrovsk, donde los bombardeos rusos alcanzaron zonas residenciales, estaciones de energía y almacenes de alimentos.
En Kiev, un dron incendió la estación de tren de Fastiv, lo que obligó a suspender el servicio suburbano, mientras que en Lutsk, ciudad fronteriza con Polonia, otro ataque destruyó un almacén de comida, según reportó el alcalde Ihor Polishchuk.

Hay heridos y más amenazas en el aire
El Servicio de Emergencias de Ucrania reportó al menos seis civiles heridos, tres en Kiev y tres más en Dnipropetrovsk. Además, continúan los vuelos de drones enemigos en varias regiones, por lo que las autoridades instaron a la población a mantenerse en alerta.
“El ataque continúa, hay varios drones enemigos en el espacio aéreo. Sigan las reglas de seguridad”, advirtió la Fuerza Aérea ucraniana.

Un ataque en medio de negociaciones
Este ataque ocurre mientras Ucrania y Estados Unidos mantienen conversaciones sobre salidas diplomáticas al conflicto que ya se acerca a su cuarto año. Para Kiev, los hechos demuestran que Moscú no tiene intención de frenar la ofensiva, mientras las consecuencias humanitarias aumentan día a día.





