En un derbi londinense deslucido, West Ham y Tottenham empataron a uno en un choque entre dos equipos sumidos en una temporada decepcionante. Con poco en juego, el encuentro reflejó la apatía de ambos conjuntos, ubicados en la parte baja de la tabla. Los Hammers, en el puesto 17, no lograron superar a sus rivales, mientras Tottenham, con la mente en la Europa League, mostró una versión desdibujada de sí mismo.

Ange Postecoglou, técnico de los Spurs, priorizó el choque de vuelta ante Bodo/Glimt en las semifinales de la Europa League y realizó ocho cambios en su alineación tras la victoria por 3-1 en la ida. Solo Guglielmo Vicario, Yves Bissouma y Richarlison repitieron en el once inicial, dejando en el banquillo a figuras clave como Dominic Solanke y James Maddison, lesionados. La falta de cohesión en Tottenham fue evidente desde el arranque.
Aun así, los Spurs se adelantaron al minuto 15 gracias a un error de Max Kilman. El defensa del West Ham perdió el balón ante Mathys Tel, quien asistió a Wilson Odobert para que marcara su primer gol en la Premier League. La ventaja, sin embargo, duró poco. Al 28’, Jarrod Bowen, capitán de los Hammers, igualó el marcador tras un pase de Aaron Wan-Bissaka, definiendo con clase entre las piernas de Vicario.

El empate pareció conformar a ambos equipos, que ofrecieron poco en la segunda mitad. Las ocasiones escasearon, aunque Richarlison desaprovechó una buena oportunidad al optar por un pase en lugar de disparar. West Ham, empujado por su afición en el London Stadium, estuvo cerca de llevarse la victoria en los minutos finales, pero Vicario salvó a Tottenham con una atajada espectacular a un cabezazo de Bowen.
Para Tottenham, este partido fue un trámite en medio de una temporada para el olvido en la Premier League, donde han coqueteado con un récord de 20 derrotas. Su verdadero objetivo está en la Europa League, donde están a dos partidos de alzar su primer título desde 2008. El desgaste del encuentro ante Bodo/Glimt y la preocupación por el choque en Noruega explican la falta de intensidad de los Spurs.
West Ham, por su parte, sigue sin encontrar rumbo. Bowen, con su tercer gol en cinco partidos, fue el único destello en un equipo que extraña solidez. La ausencia del mexicano Edson Álvarez, nuevamente no convocado, se suma a las dificultades de un conjunto que no logra despegar en la liga.

El empate dejó a ambos equipos con más preguntas que respuestas. Tottenham se aferra a la Europa League para salvar el año, mientras West Ham, estancado, sigue sin aprovechar su localía. En un derbi falto de chispa, el punto repartido fue el reflejo de dos equipos que, por ahora, solo aspiran a no hundirse más.




