En el último compromiso por un cupo en los Cuartos de Final, Marruecos y Corea del Sur - dos de las grandes sorpresas de este certamen - protagonizaron un choque de alto voltaje en que los africanos se llevaron la mejor parte.
Los surcoreanos tuvieron las primeras oportunidades de romper la igualdad: Kim Taewon hizo un remate muy potente que fue salvado sobre la línea por el zaguero marroquí Ismael Baouf.

Ambos conjuntos salieron a buscar el gol, pero fue la escuadra magrebí la que abrió la cuenta en Rancagua, después de que el atacante Yassir Zabiri arriesgó una chilena que rebotó en el zaguero Shin Minha, que acabó marcando el gol en contra para poner a Marruecos adelante.
En la segunda mitad, Corea del Sur volvió más decidida a perseguir el tanto, mientras que los marroquíes trataron de resguardar la superioridad en el marcador, explorando los contraataques y huecos dejados en la defensa asiática.

Precisamente llegó un yerro de los surcoreanos: el capitán Othmane Maamma, delantero del Watford inglés y principal referente de su equipo, robó el balón y dio una asistencia certera para que nuevamente Zabiri - el gran nombre en la cancha - encajase un centro de cabeza desde el corazón del área a los 58.
Corea se desplomó anímicamente y agotó los recursos para recortar distancias, al paso que los marroquíes se empeñaron en la búsqueda del tercer tanto, que no llegó por los caprichos de una pelota que insistió en desviarse.

En el último suspiro del partido, una revisión del VAR acusó una falta en el área y el argentino Darío Herrera dictó un penal para los asiáticos, convertido por el capitán Taewon a los 96.
El descuento del 10 surcoreano, sin embargo, no fue suficiente para dar batalla a un Marruecos que una vez más ha confirmado su vitalidad en este Mundial tras terminar la fase inicial como líder del “Grupo de la muerte”, en el que superó a Brasil y España.





