Pol Fernández atravesó una temporada inédita y dolorosa: descendió con dos equipos distintos en un mismo año. El mediocampista de 34 años sufrió primero el golpe con Godoy Cruz, que perdió la categoría tras igualar 1-1 frente a Deportivo Riestra el pasado 15 de diciembre. Sin embargo, días después volvió a vivir la misma situación a la distancia, cuando Fortaleza, el club brasileño donde había iniciado la campaña, cayó 4-2 ante Botafogo y sentenció su caída al finalizar 18° en la tabla del Brasileirao.
El impacto deportivo para el Tomba fue profundo. Tras 17 años consecutivos en la máxima división del fútbol argentino y luego de haber disputado la Copa Sudamericana este mismo año, el equipo mendocino deberá regresar a la Primera Nacional. Para Fernández, que había retornado al club como uno de los nombres de experiencia, el descenso significó uno de los momentos más difíciles de su carrera.

Luego de la pérdida de categoría, el ex-Boca decidió rescindir su contrato con Godoy Cruz. En ese contexto comenzaron a circular rumores sobre un posible retiro, aunque por ahora el futbolista no se expresó públicamente sobre su futuro. Su paso por Mendoza incluyó 15 partidos en los que intentó aportar liderazgo a un equipo que terminó consumando su caída en la tabla anual con apenas 29 puntos.
El cierre de temporada estuvo marcado por el interinato de Omar Asad, quien asumió en un tramo complejo, con un plantel golpeado y la presión creciente de los promedios. Finalmente, San Martín de San Juan descendió por coeficiente, mientras que Godoy Cruz lo hizo por su ubicación penúltima en la acumulada, un consuelo mínimo dentro de un año que se cerró con frustración.

En paralelo, la historia de Pol en Brasil tampoco tuvo un desenlace feliz. Fortaleza, que había iniciado el año bajo la conducción de Juan Pablo Vojvoda, no logró sostener un rendimiento estable. Si bien avanzó a los octavos de final de la Copa Libertadores tras finalizar segundo en su grupo detrás de Racing, quedó eliminado por Vélez y nunca logró afirmarse en el torneo local.
Durante su etapa en el conjunto brasileño, Fernández participó en 25 encuentros entre todas las competencias. Su aporte fue constante, pero insuficiente para revertir la irregularidad del equipo. A medida que avanzaba el Brasileirao, las dificultades para sumar puntos comenzaron a comprometer cada vez más la permanencia.
La llegada de Martín Palermo al banco de Fortaleza en el segundo semestre revitalizó momentáneamente al plantel. Bajo su conducción, el equipo encadenó una racha de nueve partidos sin derrotas que reavivó la ilusión de permanecer en Primera. El envión, sin embargo, no alcanzó para compensar un arranque demasiado flojo.





