Durante el partido ante Puebla, el portero Kevin Mier protagonizó una de las postales más emotivas de la noche al celebrar con un casco y chaleco de la cementera, en un gesto simbólico para honrar a los trabajadores que son parte fundamental de la identidad del club.
El festejo del arquero colombiano llegó tras el gol de Mateusz Bogusz al minuto 33, quien abrió el marcador después de una gran jugada colectiva en la que participaron Jeremy Márquez y Carlos Rodríguez. La anotación encendió la euforia celeste y desató una celebración con mucho significado.

¿Con casco y chaleco?
Mier, que corrió hacia la banca tras el tanto, tomó un casco y un chaleco con el emblema de Cemento Cruz Azul, se los colocó y levantó los brazos hacia la afición, en clara dedicatoria a los empleados de la cooperativa.
Este homenaje no fue casualidad. Un día antes del encuentro, La Máquina visitó la unidad industrial de Cemento Cruz Azul en Puebla, donde los jugadores convivieron con los trabajadores que día a día representan el espíritu obrero que dio origen al club.

El propio club compartió en redes sociales imágenes de la visita, bajo el mensaje
“Conociendo más de Cruz Azul.
Visitamos la unidad industrial de Cemento Cruz Azul Puebla parar convivir con sus trabajadores, que son el motor de esta máquina cementera”.
“Conocimos la fábrica de sacos y los diferentes procesos de extracción y producción del mejor cemento de México”.

El gesto de Mier se convirtió en una extensión de esa visita, reforzando el mensaje de unión entre el equipo de futbol y la cooperativa que le da nombre y esencia.
Los jugadores se encariñaron con la historia del club, recordando los valores de esfuerzo, trabajo en equipo y humildad que caracterizan a Cruz Azul.





