Leipzig será escenario este lunes de una de las definiciones más dramáticas de las Eliminatorias de la UEFA rumbo al Mundial 2026. Alemania y Eslovaquia llegan a la última jornada del Grupo A igualados en puntos, pero con necesidades completamente opuestas: a los locales les alcanza con empatar, mientras que los eslovacos están obligados a ganar si quieren evitar el repechaje y acceder de manera directa a la cita mundialista.
¿Cómo llega Alemania?
El conjunto alemán no atraviesa su mejor momento. Aunque viene de vencer 2-0 a Luxemburgo, el rendimiento dejó más interrogantes que certezas, un panorama poco alentador cuando cada detalle puede inclinar la balanza. Julian Nagelsmann, consciente de la fragilidad de su equipo, busca afinar la puntería en ataque y espera que el buen presente de Nick Woltemade se refleje en el marcador.
En la mitad del campo, la dupla de Leon Goretzka y Joshua Kimmich vuelve a perfilarse como el eje que sostiene la propuesta del técnico. Su aporte será clave para que Alemania pueda controlar el ritmo del partido y evitar sorpresas.
¿Cómo llega Eslovaquia?
Del otro lado, Eslovaquia llega a territorio alemán con una sensación distinta. La victoria por la mínima ante Irlanda del Norte no deslumbró, pero sí fortaleció al grupo. Para Francesco Calzona, el desafío pasa por combinar orden y atrevimiento en un partido donde no hay margen para calcular.
Tomas Bobček y David Strelec aparecen como las cartas más frescas en ataque; mientras que Milan Škriniar y Martin Dúbravka representan los cimientos defensivos que sostienen las aspiraciones visitantes. Si el plan se ejecuta como espera el técnico, el equipo podría firmar una de las grandes sorpresas del ciclo.




