El 22 de mayo de 2025, la jueza Marlene Fernández del tribunal de Miami ordenó que Paulina Rubio, su hijo Nicolás y su expareja Nicolás Vallejo-Nágera ("Colate") asistan a terapia familiar. Esta decisión se tomó tras una denuncia presentada por "Colate", quien acusó a la cantante de presunto abuso físico hacia su hijo durante una sesión fotográfica para una revista.

Según informes, el incidente ocurrió en el domicilio de Rubio en Miami, donde, presuntamente, la artista habría golpeado a su hijo de 14 años. La policía intervino tras una llamada de emergencia realizada por la niñera del menor.
Durante la audiencia, Amber Gasper, representante legal del menor, expresó que Nicolás "depende mucho de su teléfono" y que "no está conforme con cómo se maneja la situación en casa". Además, indicó que el adolescente siente que su madre está molesta con él, lo que lo hace sentirse agredido.
Por su parte, la defensa de Paulina Rubio argumentó que el castigo impuesto al menor se debió a que este le dijo algo "horrible" a su madre. La abogada Sandra Hoyos afirmó que la cantante "no actuó como se ha contado" y que rechaza contundentemente las acusaciones de agresión física.

La orden de terapia familiar tiene como objetivo resolver las tensiones entre Paulina Rubio, su hijo y su expareja, para asegurar el bienestar emocional del menor. Aunque no hay una decisión judicial final sobre el caso de agresión, esta medida preventiva indica la seriedad de las acusaciones y la necesidad de intervención profesional.

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