El Servicio de Administración Tributaria (SAT) lanzó una advertencia directa a los clientes de bancos como BBVA, Banamex, Banco Azteca u otras instituciones financieras: ¡no prestes tu tarjeta de crédito, ni siquiera a familiares o amigos!
Esta recomendación se debe al riesgo de incurrir en discrepancias fiscales que podrían derivar en multas de hasta 70 por ciento del monto no justificado.
Aunque compartir una tarjeta de crédito en casa puede parecer común, el SAT explica que todos los movimientos quedan registrados a nombre del titular. Si esos gastos superan los ingresos declarados, el organismo puede suponer que existen ingresos no reportados, activando revisiones fiscales o incluso sanciones.

¿Qué medidas toma el SAT?
La dependencia financiera vigila los movimientos de las tarjetas y, en caso de inconsistencias, podría determinar evasión fiscal. Si no puedes justificar gastos elevados con tus ingresos formales, enfrentas posibles multas, recargos y actualizaciones por mora.
Por ello, el primer consejo es no prestar la tarjeta. En su lugar, se sugiere utilizar transferencias bancarias formales, las cuales permiten rastrear el origen y destino del dinero.

¿Qué hacer si necesitas compartir la tarjeta?
En algunos hogares, es inevitable que varios miembros utilicen una misma cuenta. En este caso, se recomienda llevar un registro detallado del gasto, y si otra persona realiza una compra fuerte, pedirle que pague mediante transferencia o depósito bancario, especificando que se trata de un reembolso.
La transparencia en los movimientos financieros no solo protege de sanciones, también garantiza que cada peso esté bien justificado ante la autoridad fiscal.





